Un hecho inusitado se registró en este domingo, cuando integrantes de la nueva conducción de la universidad, encontraron un micrófono en el aire acondicionado en el despacho principal del rectorado, según informó desde su página de Facebook, Daniel López .
Ante tal descubrimiento, se hizo presente una escribana de apellido Castro, que junto a varios testigos certificaron el inusual hallazgo. Posteriormente se realizó la correspondiente denuncia a la policía.
Personal de Delitos Complejos de la policía y ciberdelitos realizaron pericias y neutralización del dispositivo realizando además, un barrido en otras oficinas de la universidad. No se descarta además un procedimiento de barrido para buscar micrófonos en las oficinas de la obra social (OSUNLaR).
Según fuentes de EL FEDERAL, “el micrófono estaba escondido en el aire acondicionado en la oficina del rectorado. El aire está ubicado justo arriba del asiento donde se sienta el rector”
Según la Ley, grabar una conversación privada sin permiso puede ser un delito grave contra la intimidad, según el artículo 197.1 del Código Penal. La pena máxima para este delito es de cuatro años de cárcel, y en este caso, será la justicia Federal que hará las investigaciones.