[REDACCIÓN EL FEDERAL] La Secretaría de Minería de La Rioja emitió un comunicado, tras la polémica que se armó en Famatina por la negativa de la dependencia de contestar a los pedidos de información de la ciudadanía.
Como explicó EL FEDERAL ONLINE en otro artículo, el problema en Famatina se desató a partir del trabajo de lavadores de oro, que, según las asambleas, habrían dejado de realizar tareas artesanales. Además, las asambleas también creen que se podrían haber vendido algunos derechos en la zona de Alto Carrizal, algo que -creen- no debería haber sido autorizado por el gobierno.
Ante ese panorama, presentaron una nota para pedir información a principios de febrero, pero todavía no obtuvieron respuesta. También rechazó la Secretaría de Ambiente un pedido de la asamblea de capital por otro tema. El conflicto en Famatina escaló y el martes, ante un anuncio de visita de la secretaria de Ambiente, Ivana Guardia, la asamblea lanzó una protesta.
La Secretaría de Ambiente salió a desmentir que había proyectos mineros en Famatina, algo que nadie había afirmado hasta el momento. “Actualmente no existen proyectos mineros en desarrollo en Famatina ni se prevé iniciar emprendimientos sin el debido proceso de información pública y consulta ciudadana”, dijo, según publicó Radio La Red.
En segundo lugar, reconoció que no contestó al pedido de información sobre los lavadores de oro, porque la nota “no incluía los datos de contacto”, es decir, por una cuestión técnica, algo que con buena voluntad se podría haber subsanado.
Según el comunicado, pese a los problemas técnicos se “derivó el pedido a las áreas técnicamente correspondientes para recabar toda la información existente”.
Sin embargo, hasta el día de hoy no hubo respuesta, pese a que todos los manuales de transparencia aseguran que los pedidos de acceso a la información deben ser contestados en un plazo razonable.
El Gobierno deberá repensar la estrategia de la Secretaría de Minería, dado que Ivana Guardia vino a poner una nueva cara en la gestión, pero hasta el momento sólo ha mostrado que se repiten viejas prácticas que, a la larga, terminan por generar desconfianza entre la población. Repetir una y otra vez que hay licencia social no alcanza para que realmente haya licencia social. A esta altura de la historia ya deberían saberlo.