En total, ocho provincias fueron incluidas en la alerta amarilla emitida por el organismo: Buenos Aires, La Pampa, Catamarca, Córdoba, San Luis, San Juan, Mendoza y La Rioja. En el caso específico de la Ciudad de Buenos Aires, las previsiones detallan que las precipitaciones más significativas comenzarían alrededor de las 21 del martes, extendiéndose hasta buena parte del miércoles, con acumulados que podrían superar los 50 milímetros de manera puntual.

La combinación de altas temperaturaselevados niveles de humedad y el ingreso de un frente frío conforman el escenario ideal para el desarrollo de este sistema. La transición de las condiciones actuales a un entorno más inestable será progresiva. De hecho, el jueves 17 marcará el punto de inflexión térmico más acentuado de la semana, con una mínima estimada en 7°C y una máxima de apenas 14°C. El cielo estará mayormente nublado en las primeras horas, aunque con tendencia a mejorar desde la tarde. A partir del viernes, y si se cumplen los modelos actuales, se espera una estabilización de las condiciones con cielos algo nublados y temperaturas que oscilarán entre los 6 y los 17°C.

El último alerta amarilla emitido por el SMN

Frente a este panorama, el SMN difundió una serie de recomendaciones ante la alerta vigente. Entre ellas, se sugiere no sacar la basuraretirar objetos que puedan obstruir desagüesevitar permanecer cerca de árboles o postes, y mantenerse alejado de zonas costeras, ríos y lagunas. También se aconseja preparar una mochila de emergencia con linterna, documentos, radio y un teléfono cargado.

“Se trata de un fenómeno común en latitudes medias, caracterizado por la ondulación de la zona frontal hasta que se forma un centro cerrado de baja presión en superficie”, explicó Meteored al referirse a la ciclogénesis. El fenómeno, que no se había manifestado en esta región desde hace meses, llega luego de un período de cierta estabilidad que incluyó jornadas frías con heladas, alertas por viento y precipitaciones persistentes en el centro y sur del país.

La evolución del sistema de baja presión será monitoreada durante toda la semana por los organismos meteorológicos oficiales. Las condiciones de alerta podrían actualizarse en función de cómo se desarrolle el fenómeno, tanto en intensidad como en extensión territorial. Mientras tanto, el AMBA se prepara para afrontar una nueva fase de inestabilidad en pleno invierno.