El proyecto que ya tiene media sanción en Diputados plantea modificar el horario oficial del país para alinearlo mejor con el ciclo solar. Especialistas destacan ventajas en salud y educación, pero desde La Rioja advierten sobre riesgos energéticos en verano.
La Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto que propone modificar el huso horario argentino, pasando del actual UTC −3 al UTC −4 durante gran parte del año. La iniciativa busca corregir el desfasaje entre el horario oficial y la posición geográfica del país, una diferencia que impacta en el descanso, el rendimiento escolar y el consumo de energía.
En síntesis, todas las provincias pegadas a la cordillera de Los Andes, tendrán una hora menos que el resto del país, compartiendo el mismo uso horario de Chile.
De aprobarse, los días en La Rioja comenzarían con más luz natural en las mañanas, lo que especialistas consideran beneficioso para la salud y el desempeño de los estudiantes. Además, un mejor aprovechamiento de la luz solar podría reducir el consumo eléctrico en hogares, comercios y aulas, contribuyendo al ahorro energético.
Otro punto destacado por los impulsores del cambio es la sincronización con los países vecinos del Mercosur, lo que facilitaría actividades comerciales y financieras.
Sin embargo, no todo es consenso. El gobernador riojano planteó reparos por el impacto que la medida podría tener en el verano, cuando las altas temperaturas llevan a un uso intensivo del aire acondicionado. Según advirtió, un corrimiento en el horario podría hacer coincidir el pico de consumo residencial con el de otras provincias, aumentando la presión sobre el sistema eléctrico.
A su vez, algunos expertos cuestionan la alternancia de horarios entre invierno y verano que prevé el proyecto, y sugieren en cambio fijar de manera permanente el huso UTC −4 para evitar los efectos negativos que suelen acompañar cada cambio de reloj.
En conclusión, la provincia de La Rioja se encuentra ante un escenario con claros beneficios en términos de salud, educación y uso de la luz natural, aunque persisten dudas sobre el impacto real en la demanda energética estival. El debate continuará ahora en el Senado, donde se definirá si el país modifica, por primera vez en años, su huso horario oficial.