Fue el primer dirigente en instalar un espacio liberal en La Rioja, en 2019, mucho antes de la irrupción de Javier Milei. Ahora busca una renovación de la oposición en la provincia, bajo el lema “sin peluca ni bigote”. Se presenta como candidato a diputado nacional por “La Fuerza del Centro”, un frente amplio que se posiciona en el medio del quintelismo y de los libertarios, integrado por liberales, nacionalistas, desarrollistas y peronistas y radicales disidentes, entre otros.

[REDACCIÓN EL FEDERAL] En un escenario político riojano polarizado entre peronistas y libertarios, Gustavo “Guga” Canteros intenta consolidar un espacio propio que define como “de centro”, y que reúne desde liberales clásicos hasta dirigentes del PRO, radicales independientes y sectores del peronismo disidente.

Canteros, técnico en prevención de adicciones y candidato a diputado nacional, asegura que su mayor aporte en el Congreso será poner en agenda un tema del que casi “nadie habla”: los consumos problemáticos. En la convención constituyente de 2023, donde fue electo convencional, logró incorporar al texto final artículos vinculados con salud mental, ludopatía, nuevas tecnologías y adicciones en adultos mayores. Ahora, busca transformar esa experiencia en una ley nacional de abordaje integral de consumos problemáticos.

El candidato recuerda que fue uno de los primeros en organizar un espacio liberal en La Rioja, cuando en 2019 acompañó la candidatura presidencial de José Luis Espert. Desde entonces, construyó un armado amplio al que hoy denomina “Las fuerzas del centro”, integrado por el MID, UNIR, Proyecto Joven, Potencia Federal, Partido Libertario, dirigentes radicales, del PRO e independientes.

“Sin peluca y sin bigote” es su lema de campaña, un mensaje que busca marcar distancia tanto del socialismo “dependiente del Estado” que identifica en el oficialismo provincial como del anarcocapitalismo de Javier Milei, al que acusa de sostener “contradicciones y prácticas autoritarias”.

Con 24 años de trabajo en la Cámara de Diputados de la Nación, Canteros sostiene que conoce a fondo la dinámica parlamentaria, y que esa experiencia será clave para defender los intereses riojanos en el Congreso. Actualmente, trabaja junto al economista Diego Giacomini y su equipo en el análisis del presupuesto nacional, y responde al legislador porteño Eugenio Casielles, uno de los fundadores de La Libertad Avanza, que actualmente se alejó de ese espacio. “El 10 de diciembre no solo hay que jurar, sino sentarse a votar, y hay que estar preparado”, afirma.

En esa línea, insiste en que los cinco diputados riojanos deben coordinar esfuerzos más allá de las diferencias partidarias, para garantizar obras, rutas, universidades y recursos que la provincia necesita.

En la convención constituyente, Canteros se ganó un lugar de protagonismo. Fue vicepresidente segundo y el convencional que más proyectos presentó, con 27 iniciativas. Allí impulsó el reconocimiento constitucional a la igualdad y la no discriminación por orientación sexual, la autonomía municipal y la incorporación del preámbulo como parte operativa de la Carta Magna. También se opuso al capítulo judicial, al que calificó como un “mamarracho”, y presentó un proyecto para que los jueces fueran elegidos por voto popular.

Él mismo asegura que su participación, junto a la de la convencional Paulina Carmona, del sector de Felipe Álvarez, ayudó a frenar la posibilidad de re-reelección del gobernador Ricardo Quintela, un punto que reivindica como uno de sus logros políticos.

En las últimas semanas, el equipo de campaña de Canteros asegura que su candidatura viene ganando espacio en la opinión pública. Su presencia en redes sociales y la construcción de un discurso que se presenta como una alternativa “dialoguista” lo han posicionado como un competidor que, según afirma, “no veían venir” y que se instaló en la campaña.

Convencido de que los riojanos “están cansados de 40 años de peronismo y de una oposición radical que también agotó su ciclo”, Canteros plantea que es hora de renovar la política provincial con nuevas voces. “Hay que votar una oposición nueva, que grite menos y trabaje más en controlar al gobierno”, resume.