El diputado libertario cuestionó con dureza la designación de Ismael Bordagaray como vicepresidente segundo de la Cámara y acusó al oficialismo de “romper acuerdos básicos de convivencia democrática”. Mientras tanto, el legislador de Fuerza Patria llamó al diálogo y defendió su rol institucional.
[REDACCIÓN EL FEDERAL] La renovación de autoridades en la Legislatura dejó un nuevo capítulo del enfrentamiento entre La Libertad Avanza y el oficialismo. El diputado Diego Molina Gómez aseguró que la designación de Ismael Bordagaray como vicepresidente 2° fue una decisión “cerrada entre cuatro paredes” y que el cargo, por tradición parlamentaria, debía quedar en manos de la primera minoría opositora.
Según dijo el legislador a Nueva Rioja, el peronismo avanzó “sin respetar acuerdos históricos” y resolvió la votación sin contemplar el pedido del bloque libertario ni el de otros espacios opositores. “Hace años que ese lugar se reconoce como un gesto hacia las minorías. Esta vez, directamente nos apartaron”, apuntó. También cuestionó que el oficialismo haya optado por un diputado de un monobloque: “No representa a la oposición, es una colectora”.
Molina Gómez aseguró además que en los intercambios previos hubo un mensaje político: que el conflicto por los fondos que la provincia reclama a Nación condicionaba cualquier negociación. “Nos sugirieron que teníamos que ‘dar un paso’ primero. Si eso no es extorsión, ¿qué es?”, disparó. Para el libertario, el trasfondo es claro: “Siempre terminan manejándose por fuera de la ley”.
La mirada de Bordagaray
Mientras desde LLA se multiplican las críticas, Ismael Bordagaray tomó juramento en la sesión del jueves y aprovechó para marcar su propio tono político. Se presentó como un dirigente dispuesto a “abrir la Cámara a la sociedad”, reivindicó la figura de Raúl Alfonsín y llamó a recuperar mecanismos de consenso: “La democracia se sostiene todos los días, no solo conmemorarla”.
Desde su banca, habló de fortalecer las instituciones, promover participación ciudadana y construir un “ámbito representativo y federal”. Incluso se desmarcó parcialmente de una votación sensible: se abstuvo cuando se trataron las renuncias de dos juezas, argumentando que no participó del proceso previo y no contaba con los elementos necesarios para votar.
Lejos de esa mirada idealizada, Molina Gómez adelantó que no espera cambios en lo inmediato y que la tensión continuará al menos hasta el inicio del próximo período legislativo. “Queda una sola sesión y no veo voluntad de diálogo. Ojalá en marzo aparezca un gesto democrático, pero no soy optimista”, sostuvo.
El oficialismo, en cambio, intenta mostrar estabilidad institucional con Bordagaray como figura de equilibrio. Las críticas de la oposición, sin embargo, anticipan un año legislativo áspero y con disputas abiertas.
Bloques, sorteos y reformas
En la misma jornada la Legislatura constituyó los nuevos bloques, entre ellos La Libertad Avanza, presidido por Claudia López, y el unipersonal Fuerza Patria, encabezado por Bordagaray. También se conformaron la Sala Acusadora y la Sala de Sentencia del Juicio Político, que funcionarán hasta marzo de 2026.
Además, la Cámara aprobó la reforma integral de la Ley 6071 que regula la actividad notarial, creó el programa “Plano Editorial” para publicar obras de autores riojanos y dio luz verde —por mayoría— a las renuncias de las juezas Virginia Illanes y Adriana Loureiro.
