Las propiedades, desalojadas a fines de la semana pasada, fueron notificadas como asignadas a nuevos beneficiarios al día siguiente. La velocidad del proceso sorprendió a la comunidad, que interpreta la medida como parte de un manejo discrecional. Además, las familias desalojadas señalan que no tuvieron posibilidad de presentar apelaciones por tratarse de un fin de semana largo.

En una de las viviendas aún permanecen objetos personales de sus ocupantes anteriores, lo que impulsó una presentación legal que sería formalizada esta semana. Las casas permanecen bajo custodia para evitar ingresos no autorizados mientras avanza la investigación.

El hecho abrió un debate más amplio sobre los criterios de asignación de viviendas en el departamento, donde se denuncian prácticas informales y falta de transparencia en entregas anteriores.

Fuente: Fénix