[REDACCIÓN EL FEDERAL] En la última sesión del año, el Concejo Deliberante debatirá este jueves el Presupuesto 2026 y la Ordenanza Impositiva, dos proyectos que llegan al recinto con dictámenes divididos entre el oficialismo y la oposición. En ese marco, la concejal Luciana De León anticipó su rechazo y puso el foco en lo que considera errores graves del cálculo de gastos y una presión tributaria creciente sobre los vecinos de la Capital.
De León cuestionó con fuerza el Presupuesto enviado por el Ejecutivo municipal al señalar que presenta una deuda de capital que supera los 7.000 millones de pesos y que, según afirmó, se incrementó más de 1.100 por ciento en apenas dos años. La edil insistió también en que la estructura del Municipio está sobredimensionada, ya que estimó que existe un funcionario por cada 240 habitantes, lo que calificó como un gasto político excesivo y alejado de la realidad económica que atraviesa la ciudad. Para la concejal, el proyecto oficialista contiene inconsistencias técnicas que dificultan evaluar con precisión los montos reales que se pretenden ejecutar en 2026.
En paralelo, De León también rechazó la Ordenanza Impositiva al advertir que el oficialismo impulsa un incremento de entre el 100 y el 150 por ciento en la contribución inmobiliaria, lo que describió como un tarifazo inoportuno y contradictorio con el discurso público de la gestión municipal. Su dictamen de minoría propone eliminar más de cien tasas municipales que hoy alcanzan al sector comercial, gastronómico, inmobiliario y a los vecinos en general, además de reducir en un 20 por ciento el valor de la Unidad Tributaria Municipal al considerar que permanece por encima de la inflación acumulada del año próximo. También plantea que el Municipio adhiera al régimen de transparencia fiscal para que todos los tickets comerciales detallen claramente qué parte del consumo corresponde a tasas municipales, con el fin de que los vecinos sepan exactamente qué están pagando.
La concejal defendió su postura al señalar que no tiene sentido que un vecino deba pagar una tasa para hacer un trámite municipal o que un emprendedor abone por colocar un cartel con el nombre de su negocio. Consideró que estos cobros terminan convirtiéndose en un obstáculo para quienes desean trabajar, producir o iniciar una actividad comercial en la ciudad. Sostuvo que la Capital necesita orden fiscal, claridad en la administración y un Estado que priorice las necesidades de los vecinos por sobre la estructura política.
En las semanas previas al debate, los concejales mantuvieron diversas reuniones con las áreas municipales para analizar en detalle los gastos proyectados. Allí, funcionarios de Hacienda explicaron que no está previsto modificar la Unidad Tributaria Municipal en 2026 debido a la caída de la actividad económica y a los menores niveles de recaudación, y que el objetivo es avanzar en la ampliación de la base contributiva del comercio y en la actualización del registro inmobiliario. Desde el oficialismo remarcaron además que existen terrenos inscriptos como baldíos donde actualmente hay construcciones y que también buscarán poner en valor las tierras ociosas del Municipio para generar nuevos recursos y ampliar servicios en los barrios más alejados.
El concejal Nazareno Rippa destacó la apertura y el intercambio con los funcionarios del Ejecutivo durante el análisis previo, aunque reconoció que las diferencias políticas siguen siendo profundas y que por ello la oposición acompañará el dictamen alternativo impulsado por De León.
Además del Presupuesto y la Impositiva, la sesión abordará la actualización de la tarifa de taxis y remises solicitada por los trabajadores del sector. La propuesta prevé un aumento de entre el 13 y el 15 por ciento, lo que llevaría la bajada de bandera diurna a 1.150 pesos y la nocturna, fines de semana y feriados a 1.380 pesos, con incrementos proporcionales en la ficha cada 100 metros y en la espera cada 30 segundos.
