La dinámica demográfica de la provincia de La Rioja evidenció en los últimos años una tendencia marcada por una baja sostenida en los nacimientos y un incremento notable en las disoluciones matrimoniales, según los datos estadísticos oficiales más recientes.
Menos bebés y una natalidad que no logra repuntar
Según informes del registro civil y los datos de la Dirección de Estadística provincial, la cantidad de nacimientos en La Rioja ha permanecido en niveles históricamente bajos en los últimos años, en línea con la tendencia nacional de caída de la natalidad. Históricamente la provincia registra cifras inferiores a otras jurisdicciones del país, lo que plantea preocupación en sectores tanto sociales como económicos por el futuro de la población y la sostenibilidad de ciertos servicios comunitarios.
Expertos en demografía señalan que factores como la postergación de la maternidad, la inestabilidad económica, los altos costos de crianza y la envejecida estructura poblacional de la región inciden en la decisón de tener hijos, reforzando la tendencia a tasas de natalidad cada vez más bajas.
Aumento considerable de divorcios
Paralelamente, los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Dirección de Estadística de La Rioja muestran que las disoluciones matrimoniales han experimentado un crecimiento pronunciado en los últimos dos años. En 2024 se registraron 699 divorcios, lo que representa un incremento del 45,3% respecto al año anterior, una cifra considerablemente mayor que la media nacional.
Este salto en las cifras contrasta con la década anterior, cuando los divorcios en La Rioja se mantenían más moderados. Por ejemplo, en 2023 se habían registrado 481 disoluciones, cifras que ya mostraban una leve baja respecto a años previos, pero que fueron superadas rotundamente en 2024. (La Rioja)
Implicancias sociales y consecuencias
La combinación de pocas nacimientos y más matrimonios que terminan en divorcio plantea retos importantes para la provincia. Desde las escuelas y centros de salud hasta las políticas de vivienda y empleo, los cambios en la composición familiar y demográfica tienen impacto en la planificación de largo plazo.
Especialistas en temas demográficos advierten que estas tendencias pueden afectar, entre otros aspectos:
- La estructura por edades de la población, con una proporción mayor de adultos mayores y menos jóvenes.
- La demanda futura de servicios públicos, como educación primaria y secundaria, que podría disminuir si no hay un repunte de los nacimientos.
- La estabilidad de las familias y la crianza de los hijos, en contextos de reconfiguración de roles y derechos familiares.
Señales desde la comunidad y el Gobierno
Autoridades del gobierno provincial y organizaciones civiles han manifestado su preocupación y resaltan la necesidad de implementar políticas que apoyen a las familias jóvenes, como incentivos económicos, programas de vivienda, y servicios de apoyo parental. Por otro lado, sectores que siguen de cerca estos datos resaltan la importancia de campañas de sensibilización sobre planificación familiar y condiciones laborales que permitan conciliar la vida laboral con la crianza de hijos.
La situación demográfica en La Rioja es, sin duda, un reflejo de cambios más amplios en la sociedad argentina, donde la natalidad continúa en descenso y las estructuras familiares se transforman, dando lugar a nuevos desafíos para las comunidades y las políticas públicas.
