Ni el dulce de leche, ni el locro ni la pastrafola: el sánguche de milanesa tucumano se llevó el puesto de la comida argentina más popular, después del asado.
El asado y las empanadas son parte de la base de la cocina popular en la Argentina, y en especial la tucumana, que es un símbolo de la cocina criolla y hasta tiene su Fiesta Nacional. Pero en los últimos años, el sánguche de milanesa de Tucumán se convirtió en una tendencia gastronómica, publica El Cronista.
Elegido por los usuarios y viajeros de TripAdvisor, el sánguche de milanesa ocupa el segundo puesto del podio gastronómico popular después del asado, y en Tucumán, es el elegido cuando alternan con las propias empanadas.
La clave de este éxito tucumano en el “pan sanguchero”, una combinación de figaza o pan de viena y pan francés, suave, sin costra que lastime el paladar y con una miga interior amigable que previamente se tuesta apenas para aunar a las cinco capas de milanesas, junto con lechuga cortada (como si fuese repollo, aclaran) y rodajas finas de tomate.
Respecto a la forma de preparación, son capas de hasta cuatro o cinco milanesas, apiladas dentro del sánguche, que puede medir hasta 20 centímetros de alto cuando es completo con jamón, queso, huevo.
Napoleón Castellone, conocido como embajador de la cocina tucumana en Buenos Aires, revela los secretos para preparar un buen sánguche de milanesa: aunque las alternativas sean muchas, afirma que hay un denominador común y es que se debe freír la milanesa en el momento.
10 tips para el mejor sánguche
– Estirar la carne de milanesa con el martillito de carne y pincharla con un tenedor
– Macerar la carne en el huevo batido con ajo picado, sal pimienta y perejil fresco picado
– Usar sólo pan rallado
– Empanar la carne en una fuente donde pueda cubrirla con un separador de nylon y aplastarla con el palote.
– Freír en abundante aceite vuelta y vuelta, apenas dorada, para que la carne no se endurezca
– Para alivianar la mayonesa, añadirle una cucharada de leche y mezclar
– La lechuga debe estar cortada en tiritas como si fueran fideos
– Las rodajas de tomate deben ser finitas
– La milanesa se corta en lonjas del ancho del pan y se superpone
– El pan “sanguchero” es suave como el pan de Viena y del tamaño de una flauta o baguette