Tras la situación pandémica en la provincia que derivó en nuevas medidas restrictivas y generó en muchos ciudadanos reacciones violentas en contra del gobernador Quintela, los sacerdotes Gonzalo Llorente y Roberto Mural se expresaron en una carta abierta.
Los sacerdotes refrendaron una carta abierta en las redes sociales, repudiando las marchas. “repudiamos el rencor expresado por aquellos que atropelladamente marcharon en estos días a la casa particular del Señor Gobernador y su familia amenazando su integridad”.
LA CARTA
“He venido para que tengan vida y vida en abundancia” nos expresa Jesús en el evangelio. La vida es el primer derecho que los riojanos debemos defender. Por ello adherimos a las medidas extra-ordinarias que nuestro Gobierno provincial en estos días, ha dispuesto para detener nuevos y crecientes contagios e incluso el aumento de fallecimientos de hermanas y hermanos de la Provincia.
Anoticiándonos que el hospital Virgen de Fátima, ha colapsado en su posibilidad de recibir enfermos en la terapia, sentimos con tristeza que mientras hermanas y hermanos están buscando desesperadamente una cama luchando contra la muerte, hay quienes, transgresoramente, marchan repudiando las medidas de cuidado, muchos/as de ellos/as defendiendo su propio interés.
Jesús de Nazaret, nos invitó a “amar al otro como Él nos amó” es decir poniendo la propia vida en riesgo por amor a las y los hermanos, y no al revés… Queremos creer que algunos, tienen legítimos sentimientos expresados en sus reclamos, que las autoridades deben escuchar, pero no acordamos con el modo amenazador, ni mucho menos con aquellos que, aprovechando este tiempo de sufrimiento y pobreza, buscan perversamente sacar provecho político partidario.
Nos preguntamos… ¿esto es ponerse en el lugar del otro? Nos preguntamos… el dolor de tantos contagiados, el de los familiares que han perdido a sus seres queridos, ¿está en los corazones que marcharon en estos días? A su vez repudiamos el rencor expresado por aquellos que atropelladamente marcharon en estos días a la casa particular del Señor Gobernador y su familia amenazando su integridad.
Nos solidarizamos con él. Jesús nos enseñó que los pueblos se construyen desde los que se identifican con los presos, los enfermos, con los que sufren hambre, con los pobres. Junto a nuestro querido Pastor Mártir Monseñor Angelelli, anhelamos que, con “el Niño Jesús alcalde, vestido con carne de pueblo”, realicemos juntos el Tinkunaco grande… para que La Rioja florezca en historia, vida y mensaje”.
Gonzalo Llorente – Roberto Murall.