Las versiones son muchas y la realidad indica, al menos, que la muerte de Matías “Calvin” Morales es dudosa por todas las irregularidades que se encuentran en investigación por parte de la policía de La Rioja, que abrió un sumario administrativo a los efectivos participantes de su aprehensión.
En las últimas horas, desde la justicia riojana emitieron declaraciones sobre las últimas horas de Matías hasta su muerte. La causa que recayó en el juez Daniel Barría.
El magistrado ordenó el secuestro de los videos de varias cámaras de seguridad para saber el recorrido que hizo el joven, quien estaba en situación de calle debido al abandono de su madre y tenía una tobillera por una denuncia de su ex pareja, según informó la periodista Nadia Araya.
“Calvin habría sido detenido en el B° Argentino en la mañana del viernes, dicen que estaba tirado y dormido boca abajo, con un golpe que podría haber sido producto de su caída. Minutos después es trasladado por la policía al hospital donde le hicieron unas placas y lo dejaron ir”, contó la periodista de El Expediente.
“Efectivos policiales de la comisaria 3ra lo habrían trasladado luego de eso, a la Alcaidía y mientras hacían su ingreso el joven comenzó a sentirse mal y lo llevaron de urgencia al hospital donde falleció. Eso es lo que se sabe hasta hoy aunque la justicia en la investigación no descarta nada”, informó.
Un testigo dentro de la Alcaidía habló con EL FEDERAL ONLINE, contando los detalles de cuando “Calvin” entró al edificio policial.
“Cuando entró a la Alcaidía, entró muy consumido con drogas, con pastillas. Entró a la parte intermedia, a la parte de contraversiones, y lo requisaron, lo desnudaron, pero cuando se tuvo que vestir nuevamente, no pudo ponerse el pantalón por su estado”, dijo a nuestra redacción.
“Ahí es cuando comenzaron los golpes en la cabeza y la panza; habían tres efectivos forcejeando y pegándole en la panza, mientras Calvin gritaba que no le pegaran. También le pegaron en la panza, donde tenía una hernia”, relató. Agregando que “se tiró boca abajo y comenzaron a tirarle agua, se retorcía del dolor, hasta que dejó de moverse”.
Un detalle: el testigo asegura que la detención se produjo el día jueves 29 de diciembre.
“Llamaron al médico, pero llegó una enfermera de muy mala manera. Lo revisó y vi cómo se asustaron mientras que uno decía ‘tenemos un fiambre acá’. Lo sacaron entre los efectivos mojado y todo a un móvil policial y se lo llevaron, pero ya estaba muerto, no se movía”, relató.
Al ser consultado sobre si pudo identificar a algunos de los efectivos, el testigo, que pidió no ser identificado, relató que “habían tres, el jefe de la guardia (EL FEDERAL ONLINE resguarda el apellido del efectivo), y dos más que no estoy seguro si eran un cabo y un agente”.
El testigo contó, además, detalles del recinto donde fue golpeado Matías. Precisó que “habían varias botellas con agua que usan los reclusos como pesas, botellas de 3 litros, esa agua le echaban”.
Otra de las incógnitas del caso es si se hizo la autopsia al cuerpo de Matías que, según fuentes de nuestro medio, no se realizó, en una posible trama de encubrimiento, pues se ordenó la rápida cremación. En la justicia aseguran que sí hubo autopsia.
Las dudas y la incertidumbre cubren este caso en lo que podría ser un asesinato por todas las irregularidades cometidas por las personas involucradas. Ahora todo está en manos de la justicia, pero casi no hay antecedentes de policías sancionados y el reciente antecedente del caso Bravo hace pensar que esta nueva muerte quedará en la nada.
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