Compartimos la carta que se viralizó de Isabel Marta Salinas. Contanos si estás de acuerdo o no con su mirada.
En nuestro país hay en juego dos proyectos de país. Uno que incluye a toda la sociedad nacional, representada por la primera minoría política, “Unión por la Patria” y otro que representa a otra minoría de “argentinos de bien”, (excluyendo al resto), representado por La Libertad Avanza, que ganó el ballotage y ejerce la presidencia de la nación. El primero promueve un Estado presente y activo; el segundo defiende un Estado ausente que deja todo en manos del mercado. Uno que impulsa la educación pública, y otro que insiste con debilitarla reduciendo su financiamiento y negando la gratuidad y obligatoriedad de la educación que es condición y atributo indiscutible de la dignidad humana. Uno que promueve un ciclo virtuoso de desarrollo sustentable de los recursos nacionales y de equitativa distribución del ingreso y de la riqueza nacional y otro que rige la economía en base a las variables del mercado, ignorando las necesidades humanas de la sociedad, priorizando las leyes del mercado sobre los requerimientos del pueblo.
Se cumple un mes de la asunción presidencial de Javier Milei. No alcanza para hacer balance sobre la gestión pero es tiempo suficiente para dejar en claro los propósitos del gobierno de la LLA, llamar la atención sobre lo que se pretende y advertir sobre algunas consecuencias.
Entender las causas que posibilitaron el triunfo electoral de Javier Milei, -que llegó a la política hace sólo dos años-, como opción de “salvación” de nuestra sociedad en crisis, es complejo e indescifrable. Igualmente necesario es preguntarse cómo un personaje de esas características, -que son la negación de nuestra cultura como país republicano-, anunciando tragedias, sufrimiento, con conductas violentas, haciendo apología de disvalores humanistas, como el mercado de venta de órganos y la compraventa de niños, pudo ganar una elección presidencial. Finalmente hay que interrogarse acerca de sus colaboradores/as, desde su vice presidenta, que profesan los principios negacionistas, discriminatorios y racistas.
Se trata de un nuevo y peligroso escenario político-social que intentan instalar en la comunidad valores disvaliosos. El presidente diferencia dos sectores muy marcados: “la gente de bien” (los libertarios) y “el resto”, como si su responsabilidad fuera sectaria, para un grupo de selectos, no para ´toda la sociedad.
El grupo libertario comenzó su actividad pública hace poco más de dos años con apariciones esporádicas durante la pandemia que asoló a planeta. Desde la apología de la dictadura genocida, la negación de la existencia del virus covid 19 y la denostación de la vacuna, hasta la quema de barbijos en alguna vereda, el grupo asumió el discurso único de los “unos” y “los otros”. Hicieron exhibición de actos violentos dirigidos contra el gobierno peronista que entonces gobernaba. Bolsas mortuorias en el frente de la Casa de Gobierno con nombre de personalidades políticas y guillotinas en la Plaza de Mayo. Fueron noticias que impactaron en la mente de los telespectadores. En esos momentos -2021-, irrumpió Javier Milei que articuló y organizó esa unión grupal en un partido político, La Libertad Avanza, comandado por Javier Milei que ganó las elecciones presidenciales en el Balotaje de 2023.
El nuevo personaje de la política inició su accionar proselitista hablando de la superioridad “moral, productiva y estética” de su agrupación libertaria. A partir de allí, la demonización de la doctrina peronista concentró la mayor parte de su discurso político.
El ex jugador de fútbol, cantante de rock, con habilidad en las redes sociales y mediáticas comenzó una campaña de agresiones hacia determinados objetivos. Calificó de “imbécil” y de “representante del maligno en la tierra” al Papa Francisco y de “zurdos de m…” a los militantes y dirigentes de la izquierda política que debían ser destruidos.
Sin dudas, el obsesivo enemigo a destruir, eliminar y aniquilar por el nuevo sujeto político, fue el movimiento nacional justicialista. El objeto central de su odio fue y es el Partido Justicialista, partido mayoritario en nuestro país y el que mayores conquistas sociales logró a través de leyes que ahora el nombrado se propone, obsesivamente, derogar, aniquilar, hacer desaparecer, utilizando procedimientos ilegales, inconstitucionales y pasibles de nulidad.
El peronismo basa su doctrina, militancia y accionar político en el valor de “justicia social”, que se expresa en equidad, solidaridad, bien común, igualdad de oportunidades, dignidad, promoción e inclusión humana.
En sentido opuesto y como parte de su estrategia destructiva, Milei considera a la justicia social como una “aberración”. Con ese sustantivo, el presidente intenta denostar y erradicar los valores de la mayoría social de nuestro país,
Asumida la presidencia está tratando de instalar los conceptos centrales de su discurso neoliberal, reaccionario y violento, en el Estado que demonizó en cada discurso, anunciando su desaparición al igual que la de la mayoría de instituciones estatales desde las que diseñaban y realizaban las políticas de contención y ayuda social. Su real intención es el reemplazo de un Estado que defiende los intereses nacionales, presente y solidario, por uno que promueva la entrega de recursos humanos y naturales a potencias extranjeras y grandes corporaciones internacionales, en detrimento de los intereses nacionales.
El nuevo político pretende un estado que excluya al sector social que los libertarios consideren que no son “argentinos de bien”. Con claridad Rocco Carbone señaló que “…cuando se nos dice que se gobernará para “los argentinos de bien” se está trazando un límite que va a separar a millones de seres del reconocimiento de su condición humana. En ese gesto segregatorio yace un núcleo del pensamiento fascista”. Agrega sobre el poder que ganó las elecciones que “… Está animado por lógicas mafiosas y por un catalizador fascista”.
Es bueno recordar también que Milei afirmó públicamente por televisión: “Entre el Estado y la Mafia me quedo con la Mafia. Porque la mafia tiene códigos, la mafia cumple” (SIC). Y en esa disyuntiva planteada, Milei optó por la construcción de un Estado mafioso, siendo el primer presidente electo en un país luego de afirmar su adhesión por una organización criminal como es la mafia. El poder mafioso y neoliberal no tiene una Idea de nación, es solo una máquina de apropiación y destrucción de los intereses populares. El peronismo en su transcurso histórico ha demostrado que tiene una Idea de Nación y de comunidad organizada que progresa y se supera. La permanencia del peronismo se explica porque tiene una idea de cómo articular Pueblo, Estado y Nación. Ésa articulación es lo que la mafia neoliberal intenta destruir para usurpar los bienes que pertenecen a la nación y su pueblo.
Los desaciertos del nuevo presidente son múltiples y variados. En un programa de la televisión pública chilena Milei propuso privatizar las calles de nuestras ciudades para que quienes viven en cada cuadra puedan tener ingresos cobrando peaje. Su diputado Bertie Benegas Lynch públicamente propuso alambrar y privatizar los océanos y las ballenas. La actual canciller Diana Mondino propuso la creación de un “mercado de órganos” (sic) y manifestó que Milei podía gobernar por decreto, ignorando totalmente la Constitución Nacional y la división de poderes.
La realidad de las políticas neoliberales fascistas de Milei exhiben una cruel desregulación que perjudica a los más vulnerables. En su discurso repetía, como un mantra, “a la gente no se la toca, al ajuste lo va a pagar la casta”. Mentiras.
La cruel realidad muestra que los ajustes salvajes azotan a la clase media y a los humildes. Los aumentos son siderales, mientras los sueldos siguen sin incrementos. Nos preguntamos; adónde van las ganancias producidas por las altas tarifas, o por el incremento de los medicamentos, de los alimentos y la lista sigue sin fin. Las ganancias producidas por las desregulaciones, que dejan la fijación de precios al arbitrio de las empresas o grandes corporaciones que producen bienes y servicios, salen de los flacos bolsillos de los/as consumidores, usuarios/as y pasan a engrosar las cuentas de las poderosas empresas. Sin un estado que ponga equidad entre los costos y los productos y servicios, el perjuicio es siempre para la parte más débil, sea usuario, consumidor o trabajador, obrero o cualquier persona desvalida ante el poder empresarial que fija todas las condiciones de la relación que fuere.
Cuando se pretende derogar la legislación de naturaleza social, como el compre nacional, la ley de góndolas, la reserva de cortes de carne para consumo nacional, la ley de medicamentos y tantas otras que pretender asegurar un equilibrio entre las partes, es porque se privilegia a los grandes capitales, a las corporaciones que, como se dice popularmente “a las ganancias se la llevan en pala” en perjuicio de los magros ingresos de los usuarios o consumidores.
Para que vuelva la justicia social para toda la sociedad, para que los ingresos vuelvan a ser dignos, es necesario votar a gobiernos humanistas, porque el neoliberal fascista de Milei gobierna para los grandes capitales. ¡Que distinto a los gobiernos peronistas que gobiernan priorizando a las personas, el progreso de todas las personas y el bien común!.
En nuestro país padecimos situaciones similares en el año 1955 con Alsogaray que decía hay que pasar el invierno, pero la malaria no terminaba nunca. Con Martínez de Hoz tuvimos una desgracia similar, con Macri volvió el cruel gobierno y el sol salió para los argentinos con los gobiernos peronistas y ahora nos castiga esta cruel realidad de un gobierno neoliberal fascista.
Es necesario conocer la historia para no repetir errores.
Siempre los gobiernos peronistas fueron gestiones que promovieron la mejor calidad de vida, el progreso de todas las personas y el reparto de los bienes con justicia y equidad. Trabajemos para conocer, difundir y consolidar la cultura cívica y política para elegir las mejores propuestas y organizarnos para hacerlas cumplir, para el bien del pueblo y la grandeza de la Patria.
Que así sea.