El primer kiosco sin personal desembarcó en Mendoza y sorprende por su sistema digital y de auto gestión.
En Mendoza ya funciona el primer kiosco de servicio autónomo y completamente digital donde no hay empleados ni cajas tradicionales. Se trata de un minimarket ubicado en el barrio privado Palmares Valley, que implementa un sistema 100% automatizado mediante una aplicación para teléfonos. La propuesta, que parece salida de una serie futurista, permite que el cliente ingrese, elija sus productos y pague sin interactuar con ninguna persona.
En sí, el funcionamiento del kiosco es simple. Quienes quieran comprar deben descargar la app Quick Scan and Go, que les permite escanear un código QR en la puerta para ingresar. Una vez dentro, el cliente elige sus productos como en un comercio convencional, pero en lugar de pasar por una caja, los escanea con su celular y paga mediante tarjeta o QR, todo desde la misma aplicación.
Comercio automatizado y otros avances
Este modelo de minimarket autoservicio ya es común en países como Finlandia o Japón, pero en Mendoza representa una novedad absoluta. El local, que combina formato de kiosco y pequeño supermercado, cuenta con cámaras de seguridad que monitorean el interior las 24 horas. Solo se permite el ingreso a quienes tengan registrada su cuenta en la app y hayan vinculado un método de pago.
El cliente, en este tipo de supermercado autónomo, experimenta una compra enteramente digital. No hay filas ni tiempos de espera, ya que cada usuario se gestiona a sí mismo. Según testimonios en redes sociales, el proceso resulta intuitivo y la variedad de productos es amplia: desde gaseosas hasta carnes y artículos de limpieza.
Uno de los datos más relevantes es que, por ahora, este novedoso kiosco solo está disponible dentro de un barrio privado, lo que restringe el acceso del público general. Esto responde tanto al modelo de negocio de la empresa como a cuestiones vinculadas a la seguridad.
¿La digitalización del comercio es un modelo que vino para quedarse?
El desembarco de este tipo de mercados plantea un nuevo escenario en el comercio minorista. ¿Es el principio de una tendencia que se extenderá a otras zonas? ¿El cliente mendocino aceptará comprar sin interactuar con vendedores? ¿Se trata de una solución cómoda o de una experiencia demasiado impersonal? Las respuestas todavía están en construcción.