[REDACCIÓN EL FEDERAL] Los robos de motocicletas se dispararon en los últimos días en distintos barrios de la Ciudad de La Rioja, con al menos 41 vehículos sustraídos según estimaciones de fuentes policiales. La situación genera alarma no solo por la cantidad de casos, sino por el nivel de impunidad y la violencia creciente con la que se comenten algunos de los hechos.
Según indicaron fuentes consultadas por EL FEDERAL ONLINE, muchos de los robos se producen para utilizar las motos en otros delitos, luego de cambiarles la patente o adulterar sus números de identificación. En otros casos, los delincuentes esconden los rodados en terrenos baldíos y en el campo, lo que en la jerga delicitva “dejarlos con poncho”, cubiertas entre maleza o basura, y los recuperan días después para desarmarlos y vender sus partes en el mercado negro.
“Mientras haya gente que siga comprando repuestos robados, va a haber alguien dispuesto a salir a robar”, sintetizó una fuente policial.
Uno de los hechos más graves fue denunciado por María Olivera, enfermera que trabaja de noche, quien relató al periodista Daniel López que fue víctima de un robo armado mientras se dirigía en moto a su trabajo. El hecho ocurrió en el barrio Loteo San Andrés, por calle Salvatierra, una zona descampada y oscura. Según su testimonio, personas armadas comenzaron a patearle la moto en movimiento, lo que provocó que perdiera el control y cayera al suelo. Le sustrajeron el vehículo y escaparon.
Desde la Policía aseguran que los robos ocurren en toda la ciudad, sin una zona roja determinada. Ya el mes pasado, EL FEDERAL ONLINE había alertado que en una sola tarde se habían registrado cuatro robos, entre ellos uno en pleno centro, en calle Belgrano y Juan Bautista Alberdi, donde una mujer de 60 años dejó su moto estacionada y al regresar ya no estaba. El número total estimado por las fuentes consultadas es de dos robos diarios en lo que va de julio.
Un caso resonante fue el robo a una concesionaria ocurrido el fin de semana. El hecho se registró en el local “Más Auto”, ubicado en calle Agüero Vera y Ruta Nacional 38. Un empleado denunció la rotura de un vidrio del local y la sustracción de dos motocicletas, una Gilera 110cc y una Eco Ride eléctrica. Las cámaras de seguridad captaron a un sujeto encapuchado arrojando una piedra para ingresar. La Policía logró recuperar solo una de las unidades robadas.
Otro episodio que revela el circuito clandestino fue el hallazgo de una motocicleta con el número de motor limado, tras un accidente en avenida Homero Coronel Montes, el mes pasado. Al chequear los registros, se confirmó que el vehículo tenía pedido de secuestro por robo.
Desde la fuerza recomendaron tomar medidas de precaución, como colocar trabas o candados adicionales, no dejar llaves puestas, y estacionar en zonas vigiladas. Pero reconocen que los operativos de control son escasos, previsibles y mal ubicados.
Un ejemplo claro fue el domingo, Día del Amigo: se realizó un control en avenida de Circunvalación, a la altura del ingreso a barrio Altos del Sol, pero muchos motociclistas escapaban de contramano al ver el operativo. Testigos aseguran que si se hubieran apostado policías en la rotonda del Tiburón, hubieran podido interceptar a varios sospechosos que probablemente se movilizaban en motos sin papeles o directamente robadas.