El histórico Hotel Savoy, inaugurado en 1926 y símbolo de la vida social y cultural riojana, cerró sus puertas para siempre.
Con 93 años de historia, su final no es solo el derrumbe de un edificio, sino la caída de un pedazo de memoria colectiva.
Durante décadas, el Savoy fue testigo de casamientos, encuentros políticos, noches inolvidables y visitas de personalidades. Era mucho más que un hotel: era parte de la identidad de nuestra provincia. Hoy, sus habitaciones están vacías, sus salones en silencio y sus muebles se rematan como si fueran simples objetos, cuando en realidad son recuerdos que pertenecen a todos los riojanos.
El cierre definitivo del Savoy se da en un contexto de crisis feroz del sector turístico. La inflación descontrolada, la caída del turismo interno y la falta de políticas de protección a la cultura y al patrimonio terminaron asfixiando a este emblema.