El empresario Edgar Adhemar Bacchiani, conocido como el “Trader God” y acusado de liderar una de las mayores estafas financieras del NOA, recibió un fallo favorable de la Cámara Federal de Apelaciones, que dispuso su liberación al considerar vencidos los plazos de prisión preventiva.
Sin embargo, el empresario no recuperará de inmediato la libertad porque debe terminar de cumplir la condena impuesta en Córdoba por delitos similares.
Bacchiani creó Adhemar Capital, empresa dedicada a captar fondos en pesos y dólares para invertir en criptomonedas, con la promesa de retornos mensuales de entre el 7% y el 20%.
La firma, con sede en Catamarca y sucursales en Tucumán y Córdoba, atrajo inversionistas de distintas provincias, pero en febrero de 2022 comenzaron los incumplimientos y en abril de ese año fue detenido.
El juez federal Miguel Ángel Contreras lo imputó por intermediación financiera sin autorización, defraudación, lavado de activos y asociación ilícita, acumulando denuncias de todo el país.
Paralelamente, la fiscala cordobesa Valeria Rissi lo llevó a juicio en su provincia, donde en marzo fue condenado a nueve años de prisión por estafas que suman $ 378 millones y U$S 1,2 millones.
Esa sentencia está en revisión y podría reducirse a siete años.
En paralelo, Bacchiani buscó alivio judicial declarando la quiebra. En Catamarca se abrieron dos procesos:
- Primera quiebra (2022): 268 acreedores reclamaron $ 2.890 millones, pero sólo se reconocieron $ 1.293 millones.
- Segunda quiebra (2024): 876 acreedores exigieron $ 12.162 millones; la Justicia aceptó $ 11.108 millones, dejando afuera reclamos por $ 552 millones y U$S 1,9 millones.
En total, la deuda consolidada asciende a casi $ 14.000 millones, pese a que se estima que Bacchiani manejaba al menos U$S 250 millones en criptomonedas.
Entre los afectados figuran al menos 20 tucumanos, con reclamos superiores a $ 286 millones.
El defensor Carlos Ezequiel Walther había cuestionado la extensión de la preventiva, alegando falta de fundamentos y de avances procesales.
La Cámara le dio la razón y ordenó su liberación, aunque seguirá detenido hasta cumplir con la condena cordobesa.
Si la pena se reduce a siete años, Bacchiani podría en breve acceder a beneficios penitenciarios y a un régimen de semi libertad, lo que reaviva la expectativa entre los damnificados.El caso Bacchiani no solo expone la magnitud de la estafa, sino también los límites del sistema judicial frente a los tiempos procesales y la complejidad de los fraudes financieros en la era de las criptomonedas.