*Por Angel Flores
La Rioja volvió a hablar en las urnas, y lo hizo con un mensaje difícil de ignorar: el oficialismo provincial atraviesa su momento más delicado en más de una década, mientras La Libertad Avanza (LLA) se consolida como la nueva fuerza en ascenso, logrando lo que hasta hace poco parecía imposible: disputar voto a voto al histórico dominio peronista por 42 años desde la vuelta de la democracia.
El resultado final fue ajustadísimo —apenas unas décimas de diferencia—, pero el impacto político es profundo. Por primera vez en años, el oficialismo pierde una de sus dos bancas en la Cámara de Diputados de la Nación, cediendo terreno ante el empuje libertario. Esa sola cifra resume un cambio estructural: el poder político en La Rioja dejó de ser monopolio de un solo espacio.
El avance de LLA fue sostenido, especialmente en la Capital y en departamentos con alta proporción de jóvenes votantes. Su discurso de renovación, austeridad y crítica al gasto público resonó con fuerza en sectores desencantados con la gestión provincial y con los efectos de la crisis económica nacional. Además, la buena imagen del presidente Javier Milei en el distrito actuó como un potente arrastre electoral.
Del otro lado, el oficialismo riojano —que hasta ahora había resistido todas las oleadas nacionales— enfrenta un claro desgaste político. La pérdida de una banca no solo reduce su influencia en el Congreso, sino que expone un problema de fondo: la desconexión con parte del electorado, especialmente en zonas urbanas donde la demanda de cambio se volvió dominante.
El escenario que se abre es de paridad y competencia real. LLA deja de ser una fuerza testimonial para transformarse en un actor decisivo, mientras el peronismo local deberá replantear su estrategia si quiere evitar un retroceso mayor en 2027.
En síntesis, La Rioja ya no es una provincia de resultados previsibles. El voto de ayer marca un antes y un después: el ciclo de hegemonía provincial comenzó a resquebrajarse, y un nuevo mapa político empieza a dibujarse con nitidez.
