[REDACCIÓN EL FEDERAL] Las elecciones del domingo dejaron un claro mensaje político en la provincia: Armando Molina, intendente de la Capital y uno de los principales referentes del oficialismo riojano, fue el gran derrotado en las urnas.

En el departamento Capital, La Libertad Avanza se impuso con el 48,90% de los votos (56.675 sufragios) en la categoría diputados nacionales, mientras que el espacio oficialista “Federales – Defendamos La Rioja”, impulsado por el peronismo provincial, obtuvo el 36,91% (42.786 votos), con el 98,97% de las mesas escrutadas.

El revés se profundizó en la elección de diputados provinciales, donde los libertarios volvieron a triunfar en el corazón político del distrito. En la Capital, La Libertad Avanza alcanzó el 34,52% de los votos (40.100 sufragios), superando al oficialista Frente Fuerza Federal, que obtuvo el 24,37% (28.309 votos). A ese caudal podría sumarse el 7,84% (9.107 votos) del Frente Fuerza Patria, otra expresión aliada al gobierno provincial, pero aún así el oficialismo quedó muy por debajo de la oposición libertaria, con el 96,22% de las mesas escrutadas.

El resultado representa un duro golpe político para Molina, quien no estuvo ni cerca de consolidar su liderazgo dentro del peronismo local y proyectarse hacia 2027. El voto mayoritario en la ciudad más poblada de la provincia se inclinó hacia el espacio liderado por Javier Milei, marcando un cambio en la correlación de fuerzas en el distrito clave del mapa riojano.

Los comicios confirmaron así el avance del libertarismo en la Capital riojana y dejaron a Molina en una posición de debilidad política, justo cuando buscaba posicionarse como uno de los herederos naturales del gobernador Ricardo Quintela, más allá de que la idea de su eventual candidatura para 2027 hace tiempo que venía diluyéndose.