Desde Aguas Riojanas confirmaron que sancionan el mal uso del recurso, como el lavado de veredas y el llenado constante de piletas. Las multas arrancan en $15.000 y pueden llegar a la restricción del servicio. Preocupación por el impacto de la quita de subsidios eléctricos en la boleta.

La provincia de La Rioja atraviesa una situación crítica respecto al abastecimiento de agua potable, agravada por las altas temperaturas y la falta de lluvias que afectan a gran parte de la región. Ante este escenario de emergencia hídrica, la empresa estatal Aguas Riojanas ha intensificado los controles: ya se labran 80 multas diarias por derroche y advierten que la inconducta social es uno de los principales factores de la escasez.

Roberto Valle, titular de Aguas Riojanas, describió un panorama regional desolador que no se limita a la provincia. “Mendoza tiene una crisis tremenda, un dique seco; Córdoba está con una emergencia prohibiendo el riego de parques y plazas“, explicó el funcionario en diálogo con Multimedio UNLaR, remarcando que el fenómeno climático y el calentamiento global están golpeando con fuerza al oeste argentino.

Roberto Valle

Sin embargo, en la capital riojana, el problema se agudiza por el consumo desmedido. Según datos de la empresa, mientras el consumo ideal debería rondar los 150 litros por persona por día, la producción actual alcanza los 800 litros per cápita, una cifra que no se condice con la falta de presión que denuncian los vecinos. “Estamos entregando la misma agua que los 10 meses anteriores, pero nos falta ahora en noviembre y diciembre porque la estamos usando más de lo normal“, sentenció Valle.

“Policía del agua” y multas más caras

Para combatir el derroche, la provincia ha desplegado a la «policía del agua», un cuerpo de inspectores encargado de fiscalizar el uso indebido del recurso en la vía pública, como el riego de asfalto o el lavado de veredas con manguera.

Valle confirmó el esquema de sanciones vigente para quienes infrinjan las normas:

  • Primera infracción: $15.000.
  • Reincidencia: $30.000.
  • Tercera falta: $45.000.

“Después viene la restricción durante días del servicio por reiteradas veces que se encuentra a esos vecinos tirando el agua“, advirtió el titular de la empresa, quien además reconoció que están trabajando en conjunto con el municipio para ampliar la capacidad de fiscalización, ya que el personal actual no da abasto.

El funcionario fue tajante respecto a la necesidad de estas medidas correctivas: “A la gente no le gusta pagar multas, pero si la conducta no se corrige, esto va a ser tabla“.

El problema de las piletas y el “riego terapia

Uno de los focos del conflicto es el uso recreativo del agua, especialmente en piletas de lona y de material, que proliferan en los meses de calor. El recambio constante del agua en piletas «pelopincho» es señalado como uno de los mayores causantes del vaciamiento de la red. “El lunes la llenamos, el domingo termina un desastre y la tiramos de nuevo. Así no hay forma de que nos alcance el agua“, graficó Valle.

La recomendación oficial es clara: utilizar pastillas de cloro y sistemas de filtrado para mantener el agua durante toda la temporada, evitando el llenado semanal.

Además, persisten hábitos culturales difíciles de erradicar, como el riego de calles pavimentadas. Durante la entrevista, se citó el caso de vecinos que toman el riego del asfalto como una «terapia», una práctica que Valle calificó de desesperante: “Cuando vemos que termina toda la historia en una manguera regando el asfalto, nos da una desesperación tremenda“.

Tarifazo eléctrico: impacto directo en el agua

Más allá de la escasez, se avecina un golpe al bolsillo de los usuarios. La extracción de agua en la Capital de La Rioja depende en un 100% de perforaciones que funcionan con energía eléctrica. Ante los aumentos en la luz y la quita de subsidios nacionales, el traslado a la boleta del agua parece inevitable.

“Si la quita de subsidio es total, seguro que va a tener repercusiones en la boleta del agua“, admitió Valle. Y concluyó: “La energía está carísima, nosotros pagamos como empresa esa energía. Es inevitable que el agua aumente“.

Mientras se realizan obras de perforación en zonas críticas como el barrio San Francisco y la zona norte, las autoridades insisten en que la solución de fondo no es solo infraestructura, sino un cambio cultural urgente. “El agua puede ser un faltante en los próximos años“, alertaron.