La reunión que días atrás mantuvieron diputados y senadores nacionales de La Rioja con autoridades nacionales en Casa Rosada terminó sin acuerdos concretos y dejó a la provincia en una posición delicada de cara al Presupuesto 2026. Lejos de destrabar el envío de fondos reclamados, el encuentro expuso las tensiones políticas y las exigencias del oficialismo nacional. Fue una reunión sin fotos del encuentro.

Según pudo saber El Federal de fuentes con acceso directo a la negociación, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, planteó una serie de condiciones políticas a los representantes riojanos que excedieron largamente el reclamo original por los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la reactivación de obras públicas paralizadas.

Entre los pedidos formulados por Menem se incluyeron la derogación de la ley electoral provincial, así como la cesión de espacios institucionales clave, como un lugar en el Tribunal de Cuentas y otro en el Superior Tribunal de Justicia de La Rioja. Las exigencias sorprendieron a la delegación riojana, que había llegado a Buenos Aires con la expectativa de destrabar fondos que la provincia considera adeudados.

Ante este escenario, los legisladores optaron por no avanzar en ninguna definición y trasladar los planteos al gobernador Ricardo Quintela. La reunión concluyó sin compromisos, sin anuncios y sin una hoja de ruta clara. “No acordaron nada”, sintetizó una alta fuente consultada por El Federal.

El resultado dejó a La Rioja en una situación incómoda: sin garantías sobre el envío de recursos y con el Presupuesto 2026 en el horizonte, el margen de negociación se achica mientras el Gobierno nacional mantiene una postura dura frente a las provincias que no alinean políticamente con la Casa Rosada.

Más allá de las versiones oficiales y los comunicados formales, el trasfondo del encuentro revela que la discusión no se limitó a números o partidas presupuestarias, sino que incluyó condicionamientos políticos e institucionales que, por ahora, no encontraron eco en la conducción provincial.

La negociación, lejos de cerrarse, quedó abierta. Pero el mensaje fue claro: los fondos reclamados por La Rioja aparecen atados a definiciones políticas de alto impacto, y el conflicto promete escalar en los próximos meses, cuando el debate presupuestario llegue al Congreso.