La unidad del peronismo volvió a crujir en el Senado de la Nación. En medio del debate por el Presupuesto 2026, un grupo de senadores del bloque Convicción Federal estaría dispuesto a acompañar al oficialismo y garantizar los votos necesarios para la sanción de la ley, aun cuando el bloque del PJ mantiene una postura formal de rechazo al proyecto impulsado por el Gobierno nacional.
El bloque Convicción Federal en el Senado de Argentina es una bancada peronista que se formó tras una fractura del bloque del Partido Justicialista (PJ), liderado por legisladores como Carolina Moisés (vicepresidenta) y Fernando Salino (presidente) junto a Guillermo Andrada y Fernando Rejal, buscando mayor independencia y poder de negociación, y representa una fisura dentro de Unión por la Patria.
La jugada expone una fractura política profunda dentro del peronismo, que ya no logra mostrar una posición unificada frente a uno de los debates más sensibles del año legislativo: el manejo de los recursos públicos y la hoja de ruta económica del país.
Según trascendió en las últimas horas, el oficialismo confía en que contará con el acompañamiento de senadores considerados “dialoguistas”, entre ellos Fernando Rejal, quien se sumaría al grupo de legisladores dispuestos a habilitar la aprobación del presupuesto tal como llegó desde la Cámara de Diputados, sin modificaciones sustanciales.
El bloque Convicción Federal, integrado por senadores peronistas que se muestran abiertos a negociar con el Ejecutivo, se convierte así en una pieza clave para destrabar la votación en la Cámara alta. Su eventual respaldo dejaría en minoría a los sectores más duros del PJ, que cuestionan el ajuste del gasto, la reasignación de partidas y la falta de garantías para áreas sensibles como obra pública, educación y políticas sociales.
Desde el Gobierno celebran en silencio. En los pasillos del Congreso aseguran que los números “cierran” y que el Presupuesto 2026 podría convertirse en una de las primeras grandes victorias legislativas del oficialismo en el Senado, un terreno históricamente adverso.
La decisión de los senadores dialoguistas, sin embargo, abre un nuevo frente interno dentro del peronismo, con fuertes cuestionamientos políticos y reproches cruzados. Para algunos sectores, acompañar el presupuesto equivale a convalidar el rumbo económico del Gobierno; para otros, se trata de “responsabilidad institucional” y gobernabilidad.
Lo cierto es que el PJ ya no vota en bloque. Y el Presupuesto 2026 dejó al descubierto una realidad incómoda: la ruptura política en el Senado ya es un hecho.
