La periodista Carolina Ponce de León denunció que durante la cobertura de los resultados de las elecciones el pasado domingo tres militantes la interceptaron en Casa de Gobierno y la manosearon.
La profesional que estaba realizando su trabajo para Radio Universidad de Tucumán fue respaldada a través de un comunicado de FOPEA:
“El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) se solidariza con Carolina Ponce de León, periodista de radio Universidad de Tucumán. La colega denuncia ante la Justicia que fue víctima de abuso sexual durante una cobertura en la Casa de Gobierno local. Según su relato, mientras se desarrollaba la conferencia de prensa de las autoridades provinciales y de los candidatos, el domingo 14 por la noche, fue interceptada y manoseada por tres militantes políticos en el Salón Blanco. Añadió que la custodia no solo no intervino sino que le pidió que se callara”, se indicó.
“FOPEA repudia lo sucedido y reclama al Poder Judicial de Tucumán que esclarezca el ataque. A su vez, exige al Gobierno provincial que garantice condiciones de seguridad y de comodidad para que los trabajadores de prensa puedan realizar su tarea sin restricciones ni riesgos para su integridad física”, destaca el comunicado.
Luego de conocida esta denuncia, la periodista Mariana Romero relató en las redes sociales que tuvo que padecer un hecho similar la misma noche del domingo.
“La noche de las PASO me tocó cubrir todo el discurso del gobernador con la mano de un desconocido tocándome con fuerza el trasero. Fue en la Casa de Gobierno. No dije nada y hoy me arrepiento, si hubiera hecho lo correcto, quizás no le hubiera pasado lo mismo a mi compañera”, relató.
Romero detalló que si bien se lo contó a varios colegas, todos incluida ella, minimizaron lo que ocurrió esa noche. A su vez la periodista señaló que quien cometió el abuso era una persona ajena a prensa, ya que había “fanáticos” que estaban esa noche solo para aplaudir.
“Yo sentí que alguien me manoseaba de una manera tan fuerte y descarada que pensé que era alguna de mis compañeras intentando acomodarme algo en el bolsillo trasero. Pero no se detenía. El amontonamiento era tal y yo con las dos manos ocupadas, que no podía darme vuelta”, contó.
“Al final me liberé una mano y agarré la que me estaba manoseando. Me di vuelta y lo vi, el tipo me miró de frente sin expresión alguna. Yo le tenía la mano agarrada por la muñeca. Lo insulté, pero no creo que me haya escuchado con el discurso atronando por los altavoces”, escribió la periodista en Twitter.
“Yo sé que ahora es tarde, pero vengo a dar fe de lo que le pasó a mi compañera. Y a brindarle mi apoyo. Me avergüenzo de no haberlo dicho antes. Pero no podemos trabajar así. Estas cosas a nuestros compañeros varones no les pasan. Y espero que, cuando a las compañeras mujeres nos pase, nadie vuelva a minimizarlo. Porque se nos mete en la cabeza que no es importante y que somos unas histéricas. Pero no. NADIE MERECE TRABAJAR MIENTRAS DESCONOCIDOS TE ESTAN MANOSEANDO EN TUS PARTES ÍNTIMAS”, escribió Romero en Twitter.