Una familia de Olta sufrió una verdadera odisea como consecuencia de la falta de atención médica en su departamento.

La situación ocasionó graves problemas de salud para su pequeño hijo, que nació en el medio de la ruta, mientras era trasladado a Capital, y hoy en día se encuentra luchando por su vida.

Sebastián González, el padre del niño, relató el calvario que tuvo que vivir junto a su esposa.

“Estamos cansados de lo mismo, para todo nos derivan a Capital. Necesitamos que esto se difunda, no hay médicos en el interior”, remarcó.

El hombre también apuntó contra la médica de Chamical, que decidió el traslado, cuando su mujer ya había roto bolsa antes de salir a Capital.

“Nos dijo que tenía tres de dilatación y que llegaba bien a Capital, pero a los pocos minutos, comenzó con el trabajo de parto. La tuvo que asistir la enfermera que venía en la ambulancia, pero el bebé salió al revés, con los pies hacia adelante y la cabeza le quedó atorada en el útero por varios minutos. Finalmente la enfermera lo pudo sacar, pero Ignacio no reaccionaba”, detalló Sebastián González.

“Encima a la ambulancia no le funcionaba la sirena y por eso tenía que venir tocando la bocina”, añadió el hombre.

Finalmente llegaron a la Capital, donde el pequeño quedó internado en la terapia intensiva del hospital de la Madre y el Niño, con pronóstico reservado. “Me dijeron que tenía 50 y 50% en cuanto a las probabilidades de sobrevivir”, dijo el padre, agregando que “hay que esperar las próximas 72 horas”. “Estamos a la espera de que pueda evolucionar”.

“Acá hubo una negligencia de la médica al derivarlo a Capital. Todo esto se podría haber evitado. Si una enfermera lo pudo sacar, una médica en un hospital lo podría haber hecho”, manifestó Sebastián, quien narró que su mujer comenzó con las contracciones en Olta, a las 6.00 de la mañana de ayer.

“Si no hubiera sido por la maniobra que tuvo el chofer de la ambulancia y por el trabajo de la enfermera, estaríamos contando otra historia peor”, destacó.

Fuente: Fénix

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