*Por Juan Pablo Parrilla
[REDACCIÓN EL FEDERAL] Cuatro jóvenes fueron detenidos en Villa Castelli por una agresión en una fiesta contra el hijo de una dirigente radical. Pero ayer una denuncia mediática hizo que el caso diera un giro: la madre de uno de los acusados aseguró que lo que disparó la pelea fue un intento de abuso sexual y que los arrestados son la víctima y los amigos que la defendieron. Fuentes ligadas al expediente aclararon que “nada de lo que dicen en las radios consta en la causa”. Sin embargo, su abogado adelantó en la mañana del martes que la supuesta víctima volverá a declarar el jueves y contará su verdad.
El caso
El incidente que la justicia está investigando ocurrió en la madrugada del domingo 14 de marzo, en una vivienda de Villa Castelli en la que había un grupo de jóvenes consumiendo bebidas alcohólicas. Entre ellos estaban Fabricio Valenzuela, Miguel Alanís, Ariel Carrizo, Juan Nicolás Pinto y una joven identificada como K, pues su nombre se reserva porque podría haber sido víctima de un delito contra la integridad sexual.
Por algún motivo que la justicia está investigando, hubo una pelea en la que Pintos fue atacado con un objeto cortopunzante y terminó hospitalizado. Debido a la gravedad de sus lesiones fue derivado a Villa Unión y luego fue trasladado a Chilecito.
A las 7.30 de ese domingo, desde la comisaría de Villa Castelli se notificó a la justicia que un sujeto apuñalado había ingresado en el hospital local. Una fuente indicó que en el sumario policial consta que sufrió dos puntazos en la región lumbar de 2 y 3 centímetros. “Se salvó por muy poco de que le reviente un pulmón”, le dijeron los médicos a la policía que recibieron el informe.
Esas puñaladas -o al menos una de ellas- las habría hecho K. Lo reconoció su propio abogado, Jorge Chade. Pero entre otras cosas, las fuentes consultadas también mencionaron un audio de WhatsApp que ya habría sido incorporado al expediente y en el que ella reconoce la autoría. “Me ha hecho cagar a piñas un loquito de Chilecito y lo apuñalé”, dice. Y cuenta que la defendieron “Micho” y “Pali”, dos de los jóvenes que la acompañaban, que las fuentes consultadas precisaron que serían Alanís y Valenzuela. Al otro detenido lo apodan “Tenteshe”.
Una vez que el juez Andrés Romero recibió el sumario policial por una supuesta tentativa de homicidio ordenó la captura de K, que fue alojada de la Comisaría de la Mujer de Villa Unión, y de los tres jóvenes, Alanís, Valenzuela y Carrizo, que quedaron detenidos en la comisaría de Villa Castelli. Ella está acusada de homicidio en grado de tentativa en calidad de autora y los jóvenes, de ser partícipes necesarios de ese delito. Todos ya prestaron declaración indagatoria, pero ninguno presentó hasta el momento un pedido de excarcelación.
Traslado y giro en la causa
Ayer el caso pegó un “volantazo”. La agente policial Idalia Cortez, madre de “Pali” Valenzuela, denunció en una entrevista con Radio 7 de Villa Unión que la pelea se desató cuando Pinto quiso abusar de K. “Juan Pinto la cargoseaba y manoseaba. Como ella no lo dejó, la tomó del cuello, la agredió y le pegó en el ojo. Los chicos la defendieron para que no se la llevaran en contra de su voluntad”, relató.
“Lamentablemente, Pinto es hijo del poder y tiene plata, y nosotros somos pobres. Su mamá tiene amistad con el juez [en el Criminal y Correccional, Andrés] Romero, y el fiscal [Daniel Zalazar]”, completó la denunciante.
Cortez reconoció que hizo la denuncia debido a una situación del expediente: desde la comisaría de Villa Castelli enviaron un oficio al juez Romero en el que solicitaron que se evalúa la posibilidad de trasladar a los tres detenidos a la alcaidía policial de la capital provincial debido a las malas condiciones de personal, edilicias y de seguridad de la dependencia policial. El abogado que representa a los tres, Adrián Páez, ya presentó un recurso para intentar frenar un eventual traslado. La palabra final la tiene el juez, que adelantó que por ahora seguirán detenidos, pero no aclaró dónde.
En ese marco, el propio juez replicó con dureza las acusaciones de los familiares de los detenidos. Al hablar de Idalia Cortez, la definió como “una madre dolida y afectada, que busca denostar a la justicia y ponerla en un marco de parcialidad para que su hijo no sea trasladado”. La acusó de “mentir” y dijo que no conoce a la madre de Pinto, que es la dirigente radical Kelina Rodríguez.
Pero también el magistrado hizo hincapié en otra cuestión: que el abuso sexual no fue denunciado en el expediente ni en sede policial. “El 17 de marzo fue la indagatoria y la mujer concurrió junto con su abogado particular designado y ambos decidieron que ella no declare”, mencionó. Y señaló que los delitos que Cortez denunció, el abuso sexual y las lesiones leves, son de índole privada, por lo que el juez no puede proceder de oficio. “La imputada se negó a declarar y por afuera del proceso no hubo denuncia”, sentenció.
Por otra parte, el magistrado adelantó que “la investigación recién comienza” y que faltan muchas declaraciones, pero denunció que “algunos de los testigos recibieron mensajes amenazantes para que no declaren o declaren otra cuestión”.
La defensa denuncia
Muy lejos de esa versión, para el abogado Jorge Chade, que defiende a K en la causa, hay elementos suficientes para probar que hubo un intento de abuso. “La imputación es una barbaridad porque mi cliente sólo se defendió. En el expediente están las lesiones constatadas”, comentó. Al respecto, las fuentes consultadas hablan de un ojo inflamado con un corte.
Pero además, el abogado Chade mencionó la declaración de una testigo presencial de apellido Rementería, que habría dicho en sede policial que “K se defendió de una agresión”.
“¿El juez y el fiscal no vieron nada? Parece que sólo están preocupados de saber si K bailó o no con Pinto, que es lo único en lo que hicieron hincapié durante las otras indagatorias”, se indignó con ironía. “No entiendo por qué se mantiene esa carátula si hay elementos que están diciendo que las lesiones que tiene Juan Pinto se las produce mi cliente en su propia defensa, porque justo en ese momento estaba picando hielo cuando fue abordada por Juan Pinto, que la quería meter en una camioneta para llevársela”, insistió.
Al ser consultado sobre los motivos por los cuales K no quiso declarar durante su indagatoria, primero dijo que se lo aconsejó porque todavía no había leído el expediente y luego indicó que “estaba cansada”. A su vez, advirtió que presentó un escrito para que amplíe su indagatoria. Será el jueves a las 11. Adelantó que allí confirmará la versión que hasta ahora sólo se conoce de manera mediática: que Pinto la persiguió toda la noche, que finalmente intentó abusar de ella y que K se defendió con lo que tenía a mano.
Por su parte, el abogado de los otros tres detenidos consideró que su traslado a la capital entorpecerá la defensa y advirtió que todavía faltan muchos testigos. “Judicialmente no declaró ninguno”, sostuvo, aunque aclaró que “disienten mucho” entre sí los dichos de los testigos en sede policial.
En ese sentido, puso en duda la declaración de quien sería el padre de Pinto, que describió en la comisaría que su hijo fue “golpeado y pateado en el suelo”. “El informe médico no relata eso, sino los cortes hechos con un cuchillo”, minimizó.
En suma, el abogado Páez coincidió con la teoría que planteó el defensor de K: “Fue un ataque hacia la mujer por parte de este señor Pinto, en el cual la mujer después de estar toda la noche siendo acosada por este señor, fue atacada y tratada de ser llevada la fuerza a un vehículo, a lo cual responde ella. Y estos muchachos lo único que hicieron fue tratar de calmar el problema y repeler la acción del hombre”.