En un puñado de semanas, el escenario político de La Rioja cambió por completo. Al gobierno se le abrieron públicamente dos frentes de conflicto que rompieron con la grieta que el propio quintelismo se había planteado desde el día 1 y que hasta ahora se había mantenido más o menos estable. Mientras, las fotos de ayer del Presiente dejaron boquiabierto a todo el círculo rojo, aunque hubo tantas interpretaciones como protagonistas.
Primer dato importante. Las nuevas “rivales” del gobernador Ricardo Quintela ahora tienen nombre y apellido, algo que hasta el momento no pasaba. Son la intendenta Inés Brizuela y Doria y la vicegobernadora Florencia López. Ese escenario es justamente lo que el oficialismo quería evitar. El objetivo del quintelismo siempre fue buscar otros “enemigos”, que en general fueron los “medios hegemónicos”, el macrismo a nivel nacional y la larga lista de rivales que el kirchnerismo suele mencionar, pero que no se pueden identificar, como “los mercados”, “el capitalismo financiero”, etcétera.
Una de las características del peronismo, históricamente, fue la de encarar un relato que ubica al “poder-enemigo” lejos de la casa de gobierno. Ahora Quintela lo tiene demasiado cerca y mucho más debilitado a nivel institucional como para avivar la grieta, tal como había hecho hasta el momento. Perdió a su principal aliada –que nunca fue tal, pero que en los papeles sí lo era– y hoy por hoy casi todos los nombres históricos del peronismo provincial que encabezaron boletas en el pasado están en otra vereda. La grieta se desdibujó.
Las fotos de esas dos rivales con el presidente Alberto Fernández fue un nuevo golpe al que el quintelismo tardó en hacerle frente. “Nosotros nos centramos en la gestión. Nuestro único enemigo es el virus”, fue el mantra que repitieron a coro sus funcionarios. Pero puertas adentro dolieron esas imágenes, que tienen múltiples lecturas y que, detrás de ellas, hay otros actores en juego, entre ellos, Cristina Kirchner, Beder Herrera y Zulemita Menem, esta última, con aval para ser candidata del Presidente, quien se lo transmitió a Florencia López y a Inés Brizuela y Doria. “Zulemita aprendió del mejor”, decía anoche un menemista que la conoce desde chica.
La estrategia del quintelismo de polarizar a nivel local con la radio más escuchada había logrado hasta hace poco correr del eje del debate a Brizuela y Doria, quien durante por lo menos un año estuvo más preocupada por su rol como intendente que como referente opositora.
Ese sigue siendo, en efecto, su principal desafío: sostener ambos roles con firmeza. Sin el sostén de la Casa Rosada, que en su momento le permitió mostrar alguna que otra obra a Paredes Urquiza -a pesar de la magra gestión-, la intendenta necesita visibilizar logros sin caja y, al mismo tiempo, no bajar el tono crítico y disputar el liderazgo de la oposición, que además del histórico referente y socio político de Brizuela y Doria, Julio Martínez, hoy se amplió a un sector del peronismo que no se quedará de brazos cruzados. La foto de ayer con el presidente tuvo que ver, en buena parte, con su necesidad de romper con esa ambivalencia. También la reunión con el senador Ricardo Guerra, que no es otra cosa que Beder Herrera.
Brizuela y Doria, como se explicó varias veces en este espacio, hace rato pegó el portazo y cambió el tono del debate. Algunas preguntas: ¿se cansó de que le digiten hasta dónde puede gestionar y llegó el momento de salir a la cancha, en un año electoral? ¿Desde un primer momento supo que este día iba a llegar tarde o temprano? ¿Le rinde más la imagen combativa que la conciliadora?
Es justamente en ese escenario en el que hay que analizar la irrupción de Florencia López. La Vicegobernadora logró correr del centro a Juntos por el Cambio durante unos días. El virulento discurso del diputado Elio Díaz Moreno (otro que ayer se fotografió con el Jefe de Estado) le robó protagonismo a su par Gustavo Galván, hasta ese momento figura en ascenso por una innecesaria denuncia de una Secretaría de la Mujer que se debate entre ser funcional al feminismo o al peronismo.
En esa misma línea, en la semana que pasó Brizuela y Doria quedó afuera de la polarización luego de una fuerte denuncia disfrazada de proyecto de ley que realizó Juntos por el Cambio por la coparticipación municipal. Quizás por eso este lunes no tardó en aparecer en Radio Fénix, donde ya es habitué, para cuestionar cómo se designaron a los jueces.
Algunas preguntas para terminar. ¿Quién y quién pierde gana con la irrupción de Florencia López como opositora? ¿El momento de la ruptura del bloque Rioja Querida fue casual? ¿Fue a propósito, forzada? ¿La buscó el peronismo en su conjunto? ¿La buscó la Vice? ¿La fogoneó Sergio Casas? ¿Fue real la reunión de Beder Herrera con Florencia López? ¿Hasta cuándo podrán mantener la buena relación Florencia López y Brizuela y Doria? ¿Qué hay de real en la pelea entre Quintela y Casas? ¿Siguen las diferencias dentro del peronismo por el bono verde?