Se trata de un paciente positivo de Covid-19 de 35 años que tenía diabetes no tratada, se encontraba internado en una clínica de Lomas de Zamora. La infección mucormicosis, también conocida como “hongo negro” surgió en los últimos meses alrededor del mundo y ataca con más gravedad a quienes padecen o padecieron coronavirus y, según advirtieron profesionales del Conicet, afecta severamente a diabéticos no controlados.
La primera víctima del “hongo negro” en la Argentina es un hombre de 35 años que había padecido recientemente coronavirus y que estaba internado en una clínica de Lomas de Zamora.
Según confirmó el Centro de Micología de la Facultad de Medicina, el paciente, quien además tenía una diabetes mal tratada, falleció en la última semana de mayo por haber contraído mucormicosis, la rara enfermedad que ataca a quienes padecen o padecieron covid-19 y que mantiene en vilo a India.
“Estos pacientes son más propensos a tener infecciones por agentes oportunistas, entre ellos hongos. Acá, el mucormicosis es uno de ellos”, explicó Luján Cuesta, investigadora de Conicet e integrante del Centro, en diálogo con C5N.
Sin embargo, la especialista aclaró que “generalmente no está solamente asociado a covid grave, sino también a pacientes diabéticos no controlados, con cetoasidosis diabética o asidosis metabólca, en distintos tipos de pacientes”.
Cuesta precisó que “existe un tratamiento que puede llegar a ser relativamente eficaz cuando se diagnostica a tiempo”, aunque advirtió que “no es tan fácil hacer el diagnóstico o la sospecha clínica”.
“Es importante la sospecha clínica precoz porque son enfermedades de curso muy agudo y severo, que pueden llegar a tener una mortalidad de 90 por ciento”, agregó la especialista.
¿Qué es el hongo negro?
La aparición de la mucormicosis, un hongo que se aloja en la cavidad nasal y se desarrolla en pacientes inmunosuprimidos, comenzó a aparecer en pacientes con cuadros críticos de coronavirus en la India y luego se propagó por otros lugares del mundo.
Los pacientes con covid-19 más sensibles a contraer esta infección por hongos incluyen a aquellos con diabetes no controlada, los que utilizaron esteroides durante su tratamiento contra el coronavirus, así como los que tuvieron estancias muy prolongadas en las unidades de cuidados intensivos. Esta enfermedad causa úlceras en las fosas nasales, y, si no se lo diagnostica a tiempo, puede desarrollarse detrás de los ojos y hasta en el sistema nervioso central.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades estadounidense, los primeros síntomas son dolores de cabeza, hinchazón de la cara y fiebre, con una tasa de mortalidad superior al 54 por ciento. Desde el Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR) advirtieron que “la mucormicosis, si no se trata, puede ser mortal”.
Un hongo oportunista
La mucormicosis no es nueva. El hongo que la provoca pertenece a la familia de los Mucorales. “No es negro, es hialino taxonómicamente. Lo llaman popularmente negro porque hace necrosis en el tejido”, precisó a Clarín Roxana Gabriela Vitale, investigadora del CONICET, responsable del Sector de Micología de la Unidad de Parasitología del Hospital Ramos Mejía.
El hongo “penetra en los vasos sanguíneos y puede ocasionar necrosis o muerte de tejido, afectando los senos paranasales, la región orbital y hasta el cerebro“, apuntó la investigadora, que es una de las autoras de la última versión del Atlas de Micología Clínica que describe más de 700 especies de hongos que causan enfermedades fúngicas.
“Estos hongos están en todos lados desde siempre, no aparecieron ahora, convivimos con ellos. Están presentes en el ambiente, en el suelo, en plantas o alimentos en descomposición”, dice Vitale.
La novedad, explica, es que la pandemia generó un escenario propicio para que se desarrollen en pacientes con covid grave. Se los conoce como “hongos oportunistas”, porque provocan enfermedad en personas con sus defensas debilitadas. Tienen baja incidencia, pero alta mortalidad.
“Mucormicosis hubo siempre en Argentina -coincide Cuestas-, lo que pasa es que ahora estamos viendo los primeros casos asociados a covid. Y no necesariamente se da en pacientes diabéticos descompensados, que es en quienes se documentaban mayoritariamente estos cuadros. Se puede dar en pacientes que no tenían comorbilidades y que por el covid terminaron internados en grave estado, en terapia intensiva.”
Cuestas sostiene que la advertencia no busca generar alarma. “Lo importante es que los profesionales de la salud sepan que esto circula, porque las micosis no son de fácil diagnóstico y no están siempre en la sospecha clínica“, sostuvo la investigadora, que es docente en el Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA.
“No todas las personas con diabetes van a presentar mucormicosis, ni todas aquellas que tuvieron covid”, tranquiliza Vitale. Los factores que predisponen la coinfección con hongos son principalmente las estadías prolongadas en terapia intensiva y el tratamiento con corticoides, destacan las investigadoras del Conicet.
En un artículo de la Agencia CyTA-Leloir, Vitale también enumeró otros factores predisponentes, entre los que se incluyen: administración de antibióticos de amplio espectro, epitelio respiratorio dañado, disfunción mucociliar, daño alveolar, desregulación inmunológica, parálisis inmunitaria local y comorbilidades (como la diabetes descompensada, entre otras).
“Ese escenario favorece el desarrollo del hongo, que no se desarrolla en el primer día de internación, sino después, por todos esos factores que ayudan. Un paciente sano que pasó covid en su casa va a ser raro que le agarre una mucormicosis”, señaló Vitale.
Roxana Vitale es bioquímica, doctora en medicina, investigadora del CONICET y responsable del Sector de Micología de la Unidad de Parasitología del Hospital Ramos Mejía.
Sospecha clínica
La asociación suele presentarse en “pacientes que están demasiado graves por el covid y tienen muchas afectaciones sistémicas y eso dificulta sospechar de una etiología fúngica”, manifiesta Cuestas.
La mucormicosis puede presentarse como una coinfección en cuadros de covid, es decir, cuando se dan al mismo tiempo; pero también como una secuela post-covid. “Algunos casos se han reportado después de un tiempo, porque el haber recibido tanta dosis de corticoides deja el escenario para que el hongo aproveche y haga la infección”, dice Vitale.
Por eso, aconseja que las personas que atravesaron cuadros graves de covid asistan a controles médicos tras el alta. Y que aquellas que presenten diabetes como comorbilidad, tengan bien controlado su cuadro (“es importante que no se descompensen, ya que los casos se dan generalmente en pacientes diabéticos no controlados, que tienen cetoacidosis”).
¿Qué síntomas pueden alertar de una mucormicosis? “Puede presentarse con rinorrea (congestión y goteo nasal), dolor sinusal, se puede hinchar la zona periorbitaria (alrededor de los ojos), cefaleas. Si tuviste covid, recibiste dosis altas de dexametasona, hay que controlar ante la aparición de esos síntomas. Puede no ser nada significativo, pero en caso de que sí, hay que abordarlo rápido”, advirtió Vitale.
Las investigadoras remarcaron que más allá de la atención que genera el ‘hongo negro’, hay más infecciones provocadas por otros hongos que pueden aparecer en estos pacientes y que también provocan una alta tasa de mortalidad, como la aspergilosis pulmonar asociada a covid (CAPA) y la candidiasis invasora asociada a covid (CAC), entre otras.
María Luján Cuestas (centro) junto a integrantes del equipo del Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Micología (LIDeMi).
Condiciones ideales
Un artículo publicado en Journal of Fungi alertó que la pandemia está creando en Brasil condiciones ideales para la aparición de Candida auris, un microorganismo que algunos denominan “superhongos” debido a la velocidad con la que ha desarrollado la resistencia a los medicamentos.
Los dos primeros casos fueron confirmados en diciembre de 2020 en un hospital de Salvador de Bahía y desde entonces otros nueve pacientes fueron diagnosticados en el mismo hospital, algunos colonizados (con el hongo en su organismo pero sin causar daño) y otros infectados.
“La Candida auris es panresistente, resistente a muchos antifúngicos. Pero no se hizo más resistente por el covid. Hay más casos porque el covid provoca que los pacientes estén mucho tiempo en terapia intensiva, con catéteres, intubados, con corticoides, con antibióticos de amplio espectro. Todo ese escenario predispone a la infección fúngica”, analizó Vitale, quien está doctorada en el Centro Médico de la Universidad Radboud de Nimegen y en el Instituto de Biodiversidad Fúngica Westerdijk, en Utrecht, Países Bajos.
Fuente: Página 12 y Clarín