[REDACCIÓN EL FEDERAL] A pesar del pedido del gobierno provincial para que haya cuidados de cara a la final de la Copa América, en la que Argentina finalmente venció a Brasil, durante los festejos se rompieron todos los protocolos, como ocurrió en todo el país.

Lo que se vivió ayer en la Plaza 25 de Mayo fue un verdadero descontrol. No hubo policía ni personal del COE. Lo que sí sobraron fueron grupos personas festejando, en todo la plaza, las cuatro peatonales y la avenida Rivadavia. Pero el mayor problema se vio entre los jóvenes, muchos sin barbijo y consumiendo alcohol en la vía pública.

Ayer, el ministro de Salud, Juan Carlos Vergara, había pedido que los vecinos no se junten a mirar el partido. Durante una visita a la sede del Sindicato del Plástico, donde funciona un centro de vacunación, propuso “que podamos mantener la distancia, que no hagamos reuniones de muchas personas, que tratemos de hacerlo en lugares ventilados, usando el barbijo, y evitando compartir vasos y vajilla”.

Lejos del pedido de Vergara, en la zona más cercana a la Catedral se dio la mayor concentración de personas durante los festejos. Había un enorme círculo de personas alrededor de algunos bombos, que cantaron, bailaron y festejaron, todos pegados, uno al lado del otro, muchos de ellos sin tapaboca.

Un médico consultado por EL FEDERAL en esas horas planteaba un problema. “¿A dónde van a ir los grupos de jóvenes cuando terminen los festejos en la plaza? Si están borrachos, van a querer seguir de joda”.

Se vio mucho descontrol. Las ganas de festejar llevaron a relajarse. La capital provincial está viviendo su propia segunda ola, luego de varios meses en los que la pandemia pegaba más fuerte en el interior que en la Ciudad de La Rioja. Las asesores del gobierno creen que estamos viviendo las consecuencias de las reuniones por el Día del Padre. En 15 días habrá que sumarle a este panorama negro el saldo negativo de uno de los momentos deportivos más lindos de nuestra historia.

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