De a poco todo regreso a la normalidad, espectáculos deportivos y nocturnos con 100% de aforo, bares y restaurantes con capacidad máxima, las escuelas con clases presenciales en su totalidad, actividades culturales y recreativas se realizan con normalidad, todo está cómo antes, menos la UNLaR.

La universidad es la única institución que aún permanece cerrada, a pesar de que las otras universidades del país ya abrieron.

¿Entonces, por qué el rector Fabián Calderón continúa con las virtualidad?, principalmente porque no están condiciones de recibir a ningún estudiante.

Los aires acondicionados aún no funcionan (cuando tuvieron más de 2 años para poder arreglarlos), el comedor sigue cerrado y el presupuesto para el mismo se esfumó, las condiciones edilicias están deplorables. Goteras, manchas de humedad, rotura del cielo raso, baños sin agua, el pasto larguísimo y una gran parte de las aulas se encuentra sin luz.

Situación que se agrava aún más, si se tiene en cuenta que están a pocos días de las elecciones, dónde no quieren que el electorado vea la situación que la UNLaR se encuentra.

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