[REDACCIÓN EL FEDERAL] El obispo Dante Braida no cumplió con la promesa que había hecho a EL FEDERAL de brindar una entrevista para conversar de la denuncia en su contra por encubrir a un monje procesado por abuso sexual.

Braida fue acusado por el abogado Carlos Lombardi, que representa al joven que denunció a los monjes Diego Roqué y Oscar Portillo, procesados en el marco de la causa conocida como Cristo Orante. EL FEDERAL accedió al expediente y las pruebas en su contra son contundentes: el obispo recibió una denuncia concreta contra los dos sacerdotes, pero impulsó la investigación penal canónica contra uno sólo de ellos. El que Braida decidió no investigar es Oscar Portillo, acusado de abusar del adolescente cuando era menor de edad.

El pasado 16 de marzo, un cronista de EL FEDERAL se acerdó a Braida para ofrecerle una entrevista. Había un antecedente: el padre Mauricio, canciller de la diócesis provincial, se había comprometido a dar algún tipo de respuesta a este medio sobre la denuncia, pero no lo hizo. El obispo, en tanto, accedió a dar su testimonio, pero cuando se le preguntó por el caso Cristo Orante, se subió a su auto y huyó.

En medio de su fuga, Braida se comprometió a “hablar con el padre Mauricio” para inentar ofrecer algún tipo de explicación, algo que necesita toda la comunidad. La acusación es gravísima como para permanecer en silencio y limitarse a decir que “no fue notificado”.

En este punto hay algo clave que aclarar: la denuncia fue enviada a las casillas que el Vaticano abrió para recibir este tipo de acusaciones. La respuesta de Braida no hace más que dejar en claro que las autoridades de la Iglesia siguen protegiendo a pedófilos y abusadores, y le siguen dando la espalda a las víctimas, a las que demoniza.

En efecto, las autoridades de la Iglesia contrataron a un operador mediático que se dedica a instalar mentiras sobre el caso Cristo Orante.

¿No es momento de dejar de mirar para otro lado y exigirle una explicación a Braida?