Rocío Rodríguez está abatida, enojada y dolida. Sus sentimientos se entrecruzan y son pocos los momentos en los que logra olvidarse de que hace pocos días pasó de la emoción a la tristeza sin escalas.

Fue luego de vender una máquina de coser que utilizaba para trabajar. Usó Mercado Libre como referencia y observó que el mismo modelo se comercializaba -nueva- a $82 mil.

“Le saqué $80 mil. Si bien era usada estaba en muy buen estado, la había usado poco y cuidado mucho”, contó.
La sanjuanina, madre de Elías (3), esperó un par de días a cobrar ese dinero para comprar una máquina nueva.

Precisamente una Overlock 4 hilos que había visto a $ 110 mil en el mismo sitio web. “Contacté al vendedor a las 48 horas de vender la mía y me dijo que el precio había subido. Que estaba $168 mil. A mi me faltaban $10 mil para comprarla y se me vino el mundo abajo”, indicó.
Rodríguez utilizó su perfil en Facebook para expresarse. “Estaba enojada”, deslizó. Allí redactó: “Hoy me desperté con una emoción enorme porque estoy emprendiendo en un pequeño taller de costuras. Me levanté y lo primero que hice fue entrar a Mercado Libre para comprar una Overlock que ayer salía $110.000.

La angustia se incrementó cuando observó que su máquina, la recta bajo consumo que había vendido, también actualizó su precio: ahora se comercializa a $142 mil.

“Se los juro por Dios, no solo lloraba si no que la presión me llegó a 17/10 en un rato… El nudo en la garganta que yo tengo por haber perdido no se los puedo explicar”, escribió en la red social.

“Para que tengan memoria por favor, y cuando vayan a votar, no se olviden de esto. Ahí se van mis sueños y mis ganas de salir adelante”, completó.

“Mi mamá tiene un taller y yo quería empezar a emprender. A ella le dio resultado ese emprendimiento, y con el paso del tiempo se empezó a agrandar. Antes de la pandemia me quedé sin trabajo. Fui moza, trabajé en varios comercios, pero quería independizarme”, relató a este medio.

Rodríguez se mudó con su hijo a una zona rural, en donde el único empleo está relacionado con el campo. “Pensé en mi propio emprendimiento referido a la costura. Compré esta máquina después de ahorrar seis meses, mientras trabajaba con otra prestada”, comentó.”

“La Overlock la necesito para hacer remeras. Ahora me quedé con la plata y con mucha impotencia, porque me quedé sin la máquina que tenía y tampoco puedo comprar la nueva. Lo que publiqué en Facebook lo hice de enojada, no pensé que se iba a volver viral”, explicó Rodríguez.

El posteo tiene más de 5800 reacciones y casi tres mil comentarios. Luego de recibir el apoyo de la gente, fueron los usuarios quienes la incentivaron a dejar su CBU para recibir donaciones: “Junté $25 mil pesos. Aún no alcanza pero estoy viendo si alguien me ayuda a sacar un préstamo”, dijo.

Rodríguez vive sola con su hijo y hace algunos días terminó de pintar con mucho esfuerzo el interior de su casa. “Quiero trabajar para na fábrica, pero no puedo tener una máquina usada o vieja, tiene que ser buena. Préstamos no me da nadie, lógicamente. Solo pido ayuda para poder trabajar”.