Del dicho al hecho, al menos en el relato K, hay mucho trecho. A pesar de las críticas que numerosos políticos del arco oficialista han dispensado hacia los viajes al exterior, ya resultan moneda corriente las fotografías de los mismos funcionarios en constantes e innecesarias giras por el mundo.
Pocas horas después de que la ahora ex ministra de Economía, Silvina Batakis, afirmara que “el derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”, se lo vio a Aníbal Fernández paseando por Roma y al ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, saliendo de tapas por Madrid.
No fueron los únicos
Recientemente, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, se fue de shopping a Miami; la diputada K Victoria Montenegro salió de gira promocional de su último libro “Hasta ser Victoria” por los Países Bajos; y el propio hijo de Batakis andaba de paseo por Londres.
Horas atrás, un pasajero argentino que se encontraba esperando su trasbordo desde Roma hasta Buenos Aires, reconoció a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, paseando por el free shop italiano, probándose perfumes tras disfrutar de un momento de relax en la exclusiva ciudad europea. Luego, la funcionaria nacional visitó el Priority Pass, la sala VIP de aeropuerto, donde comió algo antes del despegue.
A pesar de su escapada a Europa, no fue un buen mes para la ministra Vizzotti. No obstante su intento por mantener un perfil bajo que la despegue, al menos en parte, de la imagen de un gobierno en caída libre -en parte a raíz del vacunatorio VIP que ella y Ginés González García propiciaron en la sede del ministerio-, ahora fue denunciada penalmente por la campaña de esterilización adolescente.
De acuerdo al documento, presentado por la Asociación de Mujeres Americanas, se denunció a Vizzotti por incumplimiento de los deberes de funcionario público, a raíz de la polémica campaña de esterilización adolescente desde los dieciséis años.