Podría resumirse así: un profesor de Derecho que no cumple fallos de la Corte Suprema. Es decir, que no enseña con el ejemplo. En ese incómodo lugar parece haber quedado Alberto Fernández, tras su decisión de alzarse ante una sentencia adversa de la Corte Suprema en el tema coparticipación. Su postura ya trae repercusiones dentro de la UBA, donde un grupo de estudiantes reclamó la suspensión del Presidente como profesor de la facultad.

“La amenaza del Presidente de la Nación de incumplir una resolución de la Corte Suprema de Justicia atenta contra el Estado de Derecho y la separación de poderes. Por eso, solicitamos su suspensión como docente de la Facultad”, afirmó en un mensaje la agrupación Franja Morada, brazo estudiantil de la Unión Cívica Radical.

La Franja, a través de sus redes, expresó que “no respetar un fallo porque no le gusta lo que dispone es incompatible expresamente con el artículo 36 de la Constitución. Esto es un atentado contra el orden constitucional y la vida democrática (art. 226 y 230 del Código Penal entre otros)”.

“Bien debería saberlo siendo docente de derecho penal en nuestra Facultad”, ironizan los estudiantes, que le marcan al Presidente que “la resolución de un conflicto como el de la coparticipación y los fondos del Estado, de suma importancia por el carácter federal de la Nación, corresponde a la CSJN”.

Para los estudiantes radicales, “el fallo fortalece el federalismo porque genera la jurisprudencia necesaria para asegurar que el Gobierno Nacional, sea cual sea su color político, no pueda quitarle coparticipación a las provincias en forma arbitraria en el futuro”, según publica Clarín.

“La situación se agrava dado que el mensaje que anticipa la desobediencia judicial viene de la máxima autoridad, la cual es también es docente de nuestra Facultad de Derecho. Como estudiantes estamos muy orgullosos de nuestra Facultad y ver como el Presidente, siendo profesor, actúa de esta forma nos apena”, dicen.

Alberto Fernández es docente de la carrera de Derecho de la UBA desde 1985. Actualmente, se desempeña como profesor adjunto interno de la materia “Teoría General del Delito y Sistema de la Pena”, que se cursa en el Ciclo Profesional Orientado.

Siempre que puede, el Presidente destaca en sus discursos públicos que él es un hombre del Derecho, que su padre fue juez, y que dicta clases de leyes en la UBA. Es más, desde que fue ungido candidato por Cristina Fernández de Kirchner en 2019, para luego triunfar en las PASO y las elecciones generales, Fernández siguió asistiendo a la facultad para dar clases, a pesar de la efervescencia mediática por su asunción en Casa Rosada.

Inclusive, tres días después de jurar como Presidente, Fernández fue a la UBA a tomar examen. Aquel 13 de diciembre, luego de aprobar a todos sus alumnos, confirmó que no iba a pedir licencia en la universidad y que seguiría dando clases, siempre y cuando la gestión se lo permitiera.

Luego, cuando el coronavirus empezaba a sonar con fuerza en el país, continuó asistiendo al edificio ubicado en la avenida Figueroa Alcorta, y después, cuando efectivamente llegó la pandemia y él ordenó el aislamiento obligatorio -con suspensión de clases presenciales- se sumó a la modalidad remota, por Zoom.

Ahora, la desobediencia de un fallo de la Corte Suprema vuelve a poner su rol de profesor en la agenda, pero porque piden que sea cesanteado en su cargo, por no cumplir, irónicamente, con la ley, como reclaman los alumnos de Franja Morada en su descargo.

En ese pronunciamiento, además le envían un mensaje a sus compañeros que militan en La Cámpora para que repudien el accionar de la Casa Rosada y los gobernadores. “Le pedimos a las agrupaciones kirchneristas de la Facultad del frente Campora-Centeno que actúen con responsabilidad y que se manifiesten en contra de esta violación a la Constitución y el Estado de Derecho”.

“Por esto, como estudiantes de Derecho le exigimos al Presidente que respete la división de poderes y que cumpla con la Constitución Nacional”, concluyen.