El 6 de abril se cumplieron dos meses de la sentencia en primera instancia que condenó a los ocho rugbiers por el asesinato de Fernando Báez Sosa.

Durante estos 60 días, la situación de los detenidos no cambió. Si bien se especuló con un posible traslado a otro penal de la Provincia de Buenos Aires, la realidad es que permanecen alojados en las mismas celdas y bajo las mismas reglas que impusieron las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero.

Desde el entorno de los rugbiers el silencio es total. Hugo Tomei, abogado de los jóvenes, que fue contactado hace algunas semanas por TN, continúa sin dar entrevistas y se mantiene abocado a las otras causas que lleva en su estudio ubicado en la localidad de Campana.

Los implicados en el crimen de Báez Sosa, cometido durante la madrugada del 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, siguen apartados de la población carcelaria 
y con una dinámica que no se alteró: pocas horas de patio y encierros en celdas de a dos.

“Están juntos y esperan que este año haya novedades respecto al fallo de Casación”, fue lo último que expresó una fuente judicial cercana a la causa, en referencia a la presentación que hizo Tomei.

Tomei solicitó la absolución de los tres rugbiers condenados a 15 años (Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi) y la reducción de la pena para los cinco acusados que fueron sentenciados a prisión perpetua (Máximo Thomsen, Luciano Pertossi, Ciro Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli).

El recurso de apelación ante Casación que presentó Tomei fue el mismo que solicitaron los fiscales del juicio, Juan Manuel Dávila y Gustavo García, pero con un planteo opuesto al abogado de los rugbiers. Dávila y García exigieron ante el mismo tribunal que no sean cinco los condenados a perpetua y que los ocho sean considerados como coautores del “homicidio agravado” y reciban el máximo castigo.

Por qué no fueron trasladados a otro penal

Los días posteriores a la lectura de la sentencia, el SPB comenzó a brindar poca información respecto a la situación de los rugbiers. De todas maneras, este medio constató que nada se ha modificado.

Aunque ninguna de las partes pueda confirmarlo, la principal razón para afirmar que permanecerán en Melchor Romero por ahora tiene que ver con la seguridad de los jóvenes. Los ocho, a pesar de las diferencias o discusiones que puedan tener, se aferran a mantenerse juntos mientras permanezcan detenidos.

“Pocos están dispuestos a pagar el costo de un traslado, mucho más en un año electoral. Si son separados quedarán expuestos en otra cárcel, podrían ser atacados. Son los presos más conocidos de la Argentina”, explicó una fuente judicial.

Si bien la defensa de los condenados prefiere no hablar al respecto, desde el SPB confirmaron que si se emitiera la orden de traslado “a Tomei no lo van a notificar. Sucederá y listo”.

“Saben que pueden ser subidos a una unidad móvil y notificados en el momento de que van a ser alojados en otro penal. Eso puede suceder cualquier día, a cualquier hora. Lo último con lo que cuentan en la cárcel es con certezas”, indicó a este medio una fuente cercana al expediente.