Este martes 2 de mayo se celebra el Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar. Esta celebración tiene como meta concienciar sobre el riesgo y los daños del acoso escolar y el bullying en los niños y jóvenes de todo el mundo. Además busca los mecanismos para evitar este mal, que hoy representa un terrible peligro para la población infantil y juvenil.

El 43,1% de los alumnos de secundario en La Rioja consideran que en su escuela no hay un ambiente de buena convivencia. Así lo determinó un informe realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación en el que se analizaron y visibilizaron los problemas de bullying que se enfrentan en el ámbito educativo.

La Rioja es la segunda provincia con la tasa más alta del país, con el 43,1%. Bullyng, acoso, amenazas e insultos, son las principales conductas detectadas en el informe.

“No es posible alcanzar una educación inclusiva, equitativa y de calidad si los estudiantes sufren violencia esporádica y acoso en el que debe ser un hábitat seguro”, concluyeron los autores Alejandro Castro Santander (Observatorio de la Convivencia Escolar, Universidad Católica de Cuyo); y Martín Nistal y Eugenia Orlicki (Observatorio de Argentinos por la Educación) para darle relevancia a los resultados.

El número que responde a estudiantes secundarios de La Rioja (43,1%), escapa de la media del paísque se situó en un 34,6%.

Informe presentado por el Observatorio de Argentinos por la Educación sobre alumnos de secundario que consideran que en su escuela no hay un ambiente de buena convivencia.

¿Cómo saber si un niño o adolescente es víctima de bullying o acoso escolar?

Cuando un niño o adolescente es agredido de manera verbal o física comienza a mostrar una serie de comportamientos bastantes característicos:

  •  Bajo rendimiento escolar.
  •  Síntomas de depresión
  •  Baja autoestima.
  •  En el peor de los casos, el deseo de atentar contra su vida.

De acuerdo con estudios realizados por UNICEF, se sabe que un alto porcentaje de los niños en todo el mundo sufre de acoso escolar. Uno de cada tres escolares o estudiantes, es víctima de bullying.

Acabar con el bullying es una tarea de todos

Para muchos padres, el bullying o el acoso escolar es visto como “cosas de niños”, sin embargo, el problema va más allá y requiere mayor compromiso y la participación de todos los entes involucrados.

Muchos creen erróneamente que cuando un niño es víctima de maltrato, “se hará más fuerte”, pudiendo enfrentar circunstancias más difíciles en su vida adulta, pero nada está más alejado de la realidad. Estos niños y jóvenes, una vez que crecen, son personas inseguras, a las que les costará poder tener una vida sana para relacionarse con otras personas, ya sea en el trabajo o a la hora de formar una familia.

Esto es consecuencia de que para ellos la violencia forma parte natural del comportamiento humano y atraerán a sus vidas personas maltratadoras, que los mantendrán de forma permanente en un círculo vicioso, ya que repetirán esas mismas conductas.

El bullying en las redes sociales

Actualmente el ciberacoso está a la orden del día. Se ve con preocupación como la tasa de suicido aumenta de vertiginosamente en muchos países y sin que los padres y la sociedad pueda hacer nada al respecto.

El ciberacoso está a la orden del día.

Sin embargo, nunca es tarde para empezar a tomar medidas que ayuden a los padres cuándo sus hijos están siendo víctimas de acoso escolar. Algunas de ellas se detallan a continuación:

  • Cambia los datos de la configuración de privacidad, que sólo pueda ser compartida con amigos o de forma privada.
  •  Bloquea y elimina contactos que envíen mensajes de acoso.
  •  Denunciar a la persona que esté realizando bullying.
  •  Hablar con los padres, familiares o personas mayores sobre el acoso, para que estén al tanto y puedan denunciar el acoso.
  •  Dirigirse a las autoridades, en caso de presentarse situaciones que amenacen la integridad o la vida del niño o el joven.
  •  Es importante guardar evidencias del acoso, como fotos, videos o textos, que puedan servir para denunciar al agresor.
  •  Alejarse por un tiempo de las redes sociales, resulta una salida, dejando de lado la Internet o cualquier herramienta tecnológica donde puedan acceder otras personas.