Una historia que viene desde hace tiempo, según el gobierno y la jefatura de la Fuerza Aérea alineada a esto, para mejorar.

Como los grandes empresarios corruptos del kirchnerismo, la idea es cerrar dos facultades en Córdoba, bajo la falsa idea de “optimización académica”, como sus empresas fantasmas que no daban trabajo a nadie y se quedaban con los recursos del Estado.

Lo cierto es que la desaparición de estas dos facultades esconde algo mucho más oscuro respecto de la educación superior en Córdoba.

La Facultad de Ciencias de la Administración y la Facultad de Ingeniería del Instituto Universitario de Córdoba forman alumnos desde su creación, hace 75 años, y son una marca con fuerte presencia en el mapa educativo del país. La educación a distancia, en que las carreras de administración son pioneras, tienen alumnos de todo el país y residentes en el exterior.

En marzo de este año, por decisión del Consejo Rector de UNDEF (Universidad de la Defensa Nacional), se decidió el cierre de las mismas para convertirlas en un instituto politécnico.

La comunidad educativa nunca comprendió la falta de consulta, se enteró por un trascendido, ni encontró una justificación para la destrucción. Porque no es otra cosa que eso.

El gobierno que se jacta de las universidades populares, destruye dos facultades exitosas, porque como es fiel al sesgo político, lo que funciona hay que destruirlo.

Es un ajuste de personal encubierto. Durante años, los sueldos de más de 300 docentes que trabajan en estas facultades eran pagados por una asociación, AIT, la que hace casi dos años desapareció, por decisión de la Fuerza Aérea, y todos esos docentes fueron obligados a renunciar, fueron absorbidos por el arma del aire, perdiendo la antigüedad, y quedando en la condición de docentes suplentes, algunos de ellos con más de 20 años en la institución. Los pases a interinos están frenados desde octubre de 2022.

Como han hecho muchos empresarios, Lázaro, López y algunos más, hoy se crea una nueva facultad que mezcla sin ningún criterio académico, ciencias de la administración con ingenierías. Y se empieza de cero, dejando las deudas para otro, o que las pague dios.

Y es que no importa en verdad el criterio académico, importa comenzar de nuevo, deshacerse de los docentes que quedaron como suplentes y cumplir la promesa con Taiana de achicar para comprar viejos aviones.

Mientras tanto, la UNDEF organizó reuniones de opinión, que no son vinculantes, con la comunidad, cuando ya estaba todo armado. La creación de la politécnica está vigente y los docentes suplentes cumplen los dos años (cambia la condición a interinos cumplido ese periodo) y pueden ser desafectados de sus funciones sin más tramites.

Ahora sí, la comunidad entiende la premura, el afán por el cumplimiento de plazos para la puesta en marcha.

El trasfondo no es la mejora educativa, todo lo contrario, no les importa el deterioro, el desprestigio, el retroceso en el campo académico. Crean desde Buenos Aires, afectando las vidas de miembros de una comunidad del interior, la más importante después del AMBA como distrito electoral. Y a los militares, creadores de estas instituciones insertas en la sociedad civil, les importa nada. Lo más llamativo es el pleno acuerdo con un ministro al que puertas adentro rechazan por haber sido miembro de organizaciones terroristas en el pasado.

La incoherencia que se ve en todos los ámbitos de gobierno, se desnuda y refleja en este caso con mucha crudeza. Porque la comunidad, está siendo engañada con reuniones de urgencia para escuchar opiniones, que no modificaran nada.

“Mas universidad, más universidad”, fueron a decir a Córdoba, pero lo que no aclararon es de qué calidad, qué harán con los docentes.

El engaño, práctica política habitual, ejercido por militares y políticos, exacerbado por el deseo de autoritarismo militar, donde el rector de UNDEF y el ministro Taiana son cómplices.

No importa qué normas se cumplen, se deben cumplir algunas, tener un director institucional que no tiene los requisitos del estatuto, que tiene denuncias por violencia, por corrupción, por ocupar cargos simultáneos, eso no es tan grave para ojo moral militar y civil de la conducción. Es el brazo ejecutor de una política disparatada que no nos lleva a ningún lado, o al menos no al de la libertad que otorga la calidad educativa.

Este año se suspendieron los egresos y juramentos de profesionales recibidos, nadie les dio una explicación. Los títulos que firma el director que no se ajusta a la ley, porque no cumple con el estatuto, y de eso nadie habla en UNDEF ni en la Fuerza Aérea, tan entregados al cumplimiento estricto.
Las bases de la formación primaria y secundaria en Argentina están rotas, y este gobierno ha hecho mucho para eso. Les quedaba ir contra la educación superior. Y han comenzado. La comunidad siente que la Fuerza Aérea los entregó a una gestión ministerial que busca destruir y no construir sobre lo que se viene haciendo.

Siempre ha sido más fácil ajustar con los trabajadores, lo absurdo es que lo haga un gobierno que pregona ser el de los trabajadores. Mientras, las reparticiones públicas se siguen llenando de amigos, hijos y entenados.

Se sabe que el ministro está preocupado por su imagen, son los propios militares que le acercan estos proyectos disparatados y él, los firma. O no le importa, o está sometido por algún motivo desconocido. ¿Y los mandos naturales? Lo que sí sabemos es que, en este país de políticos, funcionarios y militares de poca monta, es mejor sacarse una foto al lado de un avión que apostar por el largo camino de la formación académica. Igual que se sacaban fotos aquellos empresarios, en rotondas y rutas que no llevaban a ningún lado.

Estos casos deben ser una advertencia a la sociedad toda. En un país incendiado, con demasiados pobres como para sincerar el número, con una inflación que no da respiro, un gobierno que está de salida, el objetivo, a la vista de esto, es más que nada la destrucción, rozando el sadismo.

Extemporáneo, con una urgencia incompresible, el proyecto de politécnico está impugnado por la Asociación de Trabajadores del Estado, ya que el acto administrativo es nulo, porque no tiene argumentos ni fundamentos, y ni siquiera han respondido.

Todo retrotrae a otras épocas donde los buenos eran los malos y viceversa. La realidad hoy es que, desde una oficina de Buenos Aires, un ministro que compra aviones en desuso en otros países, borra de un plumazo -a instancias de la Fuerza Aérea- dos facultades que son patrimonio de la sociedad. Dejando en una situación peligrosa a más de trecientos docentes, cinco mil alumnos y sus familias que con mucho esfuerzo los ayudan a estudiar en estas facultades, que hoy no tienen fututo.

Si hay facultades federales son las dos del Instituto Universitario Aeronáutico, que tienen presencia en todo el territorio nacional. Por lo tanto es una gran comunidad educativa la que peligra.

“Si quieres que algo no funcione, crea una comisión”, decía Perón. Es lo que hizo UNDEF, crear una comisión que genera gastos en el presupuesto que quieren achicar, y que no llevará a ningún lado, porque es un gran engaño a la comunidad.