En el día de ayer un grupo de familiares y amigos se convocaron para pedir la libertad de Federico Luna en las puertas del juzgado. El médico detenido realizó un descargo que la madre de Trinidad contestó con un texto enviado a nuestra redacción.

EL TEXTO COMPLETO

Sr. Luna

Sepa Ud. que somos padres de cuatro hijos más, y que también tenemos una hermosa nieta, y que pese a ello no estamos encontramos consuelo en nada de los que nos quedó en esta vida, pues sin ella (Trinidad), para nosotros nada tiene sentido, nos hace difícil vivir con la idea de que ella ya no entrará más por nuestra puerta.

Sepa Ud. que cuando decíamos que n se podrá sentir más sufrimiento, hoy usted con sus palabras nos ha herida tanto o más, como aquel 26 de junio cuando su corazón se detuvo. Trini se nos fue, y se llevó nuestra razón de ser, y nuestra vida entera.

Usted que dice salvar vidas, ¿porque se fugó? quizás usted sea un héroe para otras personas, pero para nosotros usted es la persona que nos arrancó la vida misma. Le pido que no ataque a mi hija que ya no está, le pido que no mienta, porque en el “expediente”, todos los testigos dicen: que Usted iba muy fuerte, que usted, jamás auxilio a nuestra pequeña, que nuestra hija ya estaba terminando de cruzar e iba caminando y que jamás usted, hizo alguna maniobra evasiva como para esquivarla, levantándola a dos metros de altura, cuando en esa zona no se puede circular a más de 60 km/hora. Quizás eso le haga recapacitar y tener un poco de empatía, haciéndose responsable de sus propios actos.

Usted está desesperado por recuperar su libertad, mientras nosotros estamos desesperados por encontrar una razón para vivir sin nuestra amada Trini, como aprendemos a vivir sin ella?. Pasaron 72 días, y usted sigue sin mostrar arrepentimiento.

Sepa Ud, que no hay día que no recordemos la voz, su risa, sus locuras, sus caprichos. Y sobre todo la generosidad de nuestra hija, eso son valores humanos Sr Luna.

Por último, decirle a nuestra amada hija que vivirá eternamente en nuestros corazones. MAMÁ Y PAPÁ