*Por Alicia Panero

Una joven y ensoñada Victoria Villaruel visitaba al ex dictador Jorge Rafael Videla en su departamento de Belgrano cuando cumplía prisión domiciliaria. Esto lo confirmo el ex coronel Pedro Mercado, marido de Cecilia Pando, militante activista por los derechos de los represores. La propia Pando expresó públicamente en X (Twitter) que acompaño a Victoria a visitar a presos, según ella “ilegalmente detenidos” para ayudarlos en sus causas.

Si bien la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza no confirmó esa versión, sí admitió haber visitado al dictador Jorge Rafael Videla y a otros militares cuando estaban detenidos bajo la excusa de que estaba escribiendo su primer libro.

Plagio

Respecto de su libro, Los llaman jóvenes idealistas, Ceilia Pando aseguró que la obra de la que Villarruel se adjudica la autoría habría sido escrito por un militar condenado, Alberto González, y preso por delitos de lesa humanidad. Una fuente muy cercana a la candidata corroboró esa versión y precisó que Victoria lo visitaba en el presidio, habría tenido un romance y así se habría hecho del texto con la promesa de publicarlo en su nombre.

“Conocí a Alberto González por Victoria Villarruel, fuimos juntas al penal y él nos mostraba el libro que estaba escribiendo, que luego firmo Victoria”, contó Pando.

Ante esa afirmación, Segundo Carafi, del partido NOS, respondió el X: “Sería muy importante que la candidata Villarruel ratifique o desmienta esta posición. No puedo evitar pensar cómo se sentirá Alberto González, preso condenado a perpetua, quien formó a Victoria y escribió los libros que ella escribió como propios”.

El ex militar en cuestión es Eduardo González, juzgado junto a otros represores que operaban en la ESMA.
La fuente consultada, quien fue amiga en el pasado de Villarruel, está en una lucha judicial para que González recupere su autoría.

Recordemos que una investigación de Noticias reveló que todos los libros escritos por Javier Milei también están cuestionados por plagio, porque tienen párrafos enteros copiados a otros autores, sin citarlos, lo que dio lugar a causas judiciales.

Capitán Caceres

En la red social X existía un usuario llamado “Capitán Cáceres”, supuesto hijo de un detenido por delitos de lesa humanidad que acompañaba en las luchas de Victoria difundiendo sus ideas en defensa del Proceso de Reorganización Nacional, pero resulta que muchas fuentes coniciden en que ese Capitán Caceres sería la misma Villarruel.

Villarruel ha tratado desde hace años de igualar el accionar de los grupos civiles armados de los ’70 con la dictadura que tomó el Estado, intentando que sus delitos se consideren de lesa humanidad, desconociendo las características que debe cumplir esa tipificación. Una de las más importante es la territorialidad, como la que tenían las FARC en Colombia o ETA en el País Vasco. En Argentina intentaron generar esa territorialidad, en el monte tucumano, donde su propio padre se encargó de aniquilar a la guerrilla antes de que se asiente.

Su obsesión de volver a ese pasado no considera las leyes de reparación de victimas del terrorismo de Estado ni las leyes de “punto final” y “obediencia debida”, obra de quien es el máximo ídolo político de su compañero de formula Javier Milei, el ex presidente Carlos Menem. Querer volver a los ’90, cuando se le dio impunidad a terroristas de Estado, genocidas y miembros de grupos políticos armados es al menos incoherente en su lucha por ese pasado.

Es por eso que Villarruel infla los números de muertos en manos de esos grupos, como así también la cantidad de indemnizaciones cobradas por las leyes reparatorias del ex presidente Carlos Menem, por las familias de los desaparecidos, detenidos y exiliados, que son cifras públicas que cualquier ciudadano puede pedir al Ministerio de Justicia.

Los jóvenes que la siguen, como ella, que tenía 1 año de edad el 24 de marzo de 1976, desconocen las limitaciones a la libertad que se impusieron a todos los habitantes del país hasta 1983. Y no era necesario pertenecer a un grupo armado. Ella sostuvo alguna vez qie “el que vivió intranquilo en la dictadura es porque algo habrá hecho”. Falos. Todos los argentinos estuvieron sometidos a los designios del dictador que ella visitaba y sus sucesores, siendo posibles nombres en una agenda de estudio o en una libreta de teléfonos de cualquier familia.

Nunca respondió pedidos de ayuda respecto de la visibilizacion de la participación de las mujeres en la Malvinas, cuando ocupaba un espacio como panelista en la televisión, ni tampoco ayudó a las familias de los muertos en la guerra, cuyas tumbas tenían otros nombres en el cementerio de Darwin. Su relato es sólo a favor de la dictadura, relato que va moviendo con la cadencia del andar de una serpiente.

Otro testimonio, de uno de los sacerdotes castrenses confesores de Videla en prisión, sostiene haberla visto en varias oportunidades con dos o tres jóvenes de su edad, a quien el genocida confeso daba charlas sobre sus experiencias. Recordemos que el dictador murió creyendo que lo que hizo estaba bien, y esas ideas impartía a sus jóvenes visitantes, todos pertenecientes a los grupos que fue formando Villarruel.

La candidata no tiene familiares muertos por grupos armados políticos en los ’70 y su padre, veterano de Malvinas, que había participado del Operativo Independencia en Tucumán, no alcanzó a ser juzgado por lesa humanidad porque lo declararon inimputable. Es, además, nieta del contralmirante Laurio Hedelvio Destéfani, un historiador naval muerto 2017.

En un viaje a España, Destéfani cosechó relaciones con el fallecido Manuel Aznar Acedo (padre de José María Aznar, ex presidente de España por el Partido Popular), un ex miembro de la Falange Española que participó en la Guerra Civil de 1936 realizando tareas de propaganda para el bando del fascista de Francisco Franco. Victoria Villarruel conoció a Aznar, tejieron relaciones políticas, y desde allí pudo vincular a Javier Milei con VOX de España.

Pero, además, la candidata de la Libertad Avanza a la vicepresidencia de la Nación no puede despegar de un pasado que no vivió, ya que ella nació en 1975, pero se alimentó de esa “familia militar” con deseos revanchistas del pasado.

Así se convirtió en bandera del negacionismo, tal como lo hiciera Juan José Gomez Centurión. Aunque ella diga que no niega los hechos de la dictadura contra los derechos humanos, es una pregonera de la “teoría de los dos demonios” y desde la cuenta del Capitán Caseres sí lo hacía, reivindicando el accionar de la dictadura y hablando de los militares detenidos como “presos políticos”.

Fracaso en la ONU

Según la fuente consultada, abogada, ex amiga de Villarruel, se acercó a los familiares de los presos por lesa humanidad (lo que confirman Pando y su marido), a quienes habría pedido dinero para presentarse en la ONU, en Washington, para pedir por ellos. La misma fuente asegura que no tiene ninguna causa como abogada, representando a esas personas que le dieron el dinero.

La ONG Celtyv, (“Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas”, es una organización de origen civil, pero que está ligada al sector militar, es la última agrupación a la que pertenece Villarruel. Para pertenecer se cobraría una cuota, según la misma fuente, y es con ese dinero que se habría financiado.

El mismo modus operandi habría usado con las familias víctimas de atentados de ERP y Montoneros, a quienes, como a González, les dio esperanzas de justicia.

Su presentación en la ONU fue un fracaso, quedó anulada por errores procedimentales de la abogada Villarruel, ya que presentó un expediente con 200 causas, cuando en el organismo se deben presentar individualmente, eso le valió el repudio de otros abogados que trabajaron con ella en esa presentación, su autoritarismo la llevo a fallar.

Malvinas

Quien le lleva la cartera al recinto de diputados a Victoria es Maria Fernanda Arujo, a quien se vio eufórica en el bunker de LLA, el día de las elecciones paso.

Casualmente Araujo llegó allí militando para NOS, otro espacio negacionista fundado por Juan José Gomez Centurión, a quien se le atribuyen contactos con grupos neonazis.

El ex carapintada, quien durante años se apropió de la historia de un soldado conscripto en la guerra, sería llamado a ocupar un cargo en caso de que Javier Milei sea presidente.

Maria Fernanda justifica públicamente la guerra de Malvinas y el accionar de Leopoldo Fortunato Galtieri. Es, además, miembro de la presidencia de la Comisión de Familiares de caídos en Malvinas y, como Villarruel, nunca se supo de que han vivido hasta que ingresaron a esos espacios políticos.

A ninguna de las dos, vinculadas a algo tan doloroso como la guerra, parecen molestarle las declaraciones de Diana Mondino ni del propio Javier Milei respecto de la soberanía argentina y las Islas Malvinas.

En la lucha contra la casta corrupta que tanto odian, si Mieli y Villarruel consumaron plagio y apropiación de textos, si eso lo hicieron sin poder, cuando nadie los conocía, como serán capaces de no correr el límite ético si llegan a gobernar el país.