La historia de Roberto comenzó rápidamente a viralizarse por redes sociales. Por esas cosas que a veces no tienen demasiada explicación, la cara de este cordobés comenzó a aparecer en Instagram, en Twitter, Facebook y hasta en grupos de Whatsapp.

Roberto es una de las tantas personas en el país que perdió su empleo y, ante la falta de respuestas, decidió pararse en los semáforos y distintas calles de la ciudad Capital con un cartel hecho de cartón pidiendo que alguien le de una mano. Lo hizo en compañía de su esposa, puesto que tienen seis hijos a cargo.

Su imagen conmovió a miles de cordobeses que en sus cuentas pedían la aparición, precisamente, de alguien que le tienda una ayuda.

Y finalmente alguien apareció. Un empresario que se enteró de su caso gracias a dos de sus empleadas y decidió que Roberto merecía una oportunidad.

LA HISTORIA DE ROBERTO Y CÓMO UNA CONCESIONARIA DE AUTOS LE DIO UNA OPORTUNIDAD

En la red social Linkedin, la concesionaria de autos Ferez, fue la encargada de contar qué pasó con la historia de Roberto y cómo su pedido de ayuda tuvo un final feliz.

El hombre se desempeñaba como repartidor de comida, hasta que lamentablemente se rompió su vehículo, intentó conservar su trabajo, utilizando una bicicleta, y llegó a hacer 100 km por día, pero le resultó bastante difícil poder mantenerlo.

Mientras tanto, estuvo acercando su currículum a diferentes empresas, y postulándose en portales de empleo, pero no obtuvo respuestas, es por eso que decidió realizar un cartel junto con su esposa, expresando su necesidad con la esperanza de encontrar un nuevo empleo.

Relata que estuvo por distintas zonas de Córdoba hasta que llegó a la avenida Rafael Núñez. Allí, se viralizó su foto.

“No dudamos en llamarlo, para incorporarlo a la empresa de inmediato”, cuenta la compañía en su posteo en esta plataforma de empleo.

“Desde Ferez, queremos agradecer principalmente a nuestros clientes y seguidores por confiar en nosotros, ayudándonos a crecer como empresa y poder brindar este tipo de oportunidades. Consideramos que la edad no es un factor determinante, y todos merecemos oportunidades para crecer y desarrollarnos en nuestra carrera”, señalan en el posteo.

“Nos genera mucha felicidad ser parte de esto y poder compartirlo. Esperamos que esta historia inspire a más empresas a incorporar políticas y prácticas que fomenten un ambiente de trabajo inclusivo y diverso”, remarcaron.

Finalmente, hay una mención en el posteo a Julieta y Katherine, las encargadas de hacerle llegar la historia a Matias Ferez, el dueño de la compañía.