Semana tras semana, cientos de creyentes visitan la Catedral de Rosario con la fe puesta en un objetivo: visitar a Leda, la mujer de 44 años que cura mediante la imposición de manos y que se encuentra avalada por la Iglesia Católica.
Dentro de los fieles que acudieron a ella, se destacan Celia Cuccittini, la mamá de Lionel Messi, y la periodista María Belén Ludueña. En esta ocasión, Ricardo, un hombre que fue a su encuentro, brindó un increíble testimonio en diálogo con el trece: “Estaba ciego y Leda me devolvió la vista”.
Según el relato del hombre, estaba en un proceso de perder la visión ya que sufría de sequedad ocular y, a pesar de los constantes estudios, los expertos le dijeron que el estado de su condición era irreversible. “Los médicos ya no sabían qué hacer”, aseguró.
Sin embargo, hace un año y medio, decidió ir a visitar a Leda para que lo cure mediante sus manos e inmediatamente pudo notar los resultados: “A mí no me lagrimeaba el ojo, lo tenía seco. Ella me hizo la imposición de manos y al primer día yo lloraba, te juro que lloraba de emoción de que podía lagrimear”.
Ricardo notó las mejoras en su vista, cuyo avance le permitieron volver a manejar y ver a la perfección. Después de un tiempo, los médicos no supieron explicar cómo sucedió su repentina recuperación, aunque él se guardó el detalle de su encuentro milagroso con la mujer en Rosario.
“Leda me salvó la vista”, expresó con convicción y aconsejó a las personas que duden en ir o no: “Vengan con fe que seguramente van a salir adelante”.
Leda, la mujer que cura mediante imposición de manos y recibe a cientos de fieles: “Es un don de Dios”
Leda es una mujer de 44 años que se dedica a la “sanación”, avalada por la Iglesia Católica, desde hace ocho años. Con la visita de cientos de fieles semana tras semana, ella comienza sus oraciones cantando y brindándole bendiciones a todos.
En diálogo con Telenoche (eltrece), la mujer aseguró que posee un “don de Dios”. “Me parece que lo más importante es poder comunicarle a la gente que Dios está en medio nuestro”. En este sentido, las personas que la visitan contaron que los curó de sus patologías.
Todos los martes, en la Catedral de Rosario, cientos de fieles se convocan para recibir la sanación de Leda. En declaraciones, un hombre que acudió a ella porque había perdido la vista de un ojo, contó sorprendido que al momento en que le hizo imposición de manos, inmediatamente comenzó a lagrimear. “Es increíble lo que pasó”, dijo.
Ante la pregunta sobre qué sentían al estar frente a ella, casi todos los entrevistados coincidieron en que lo veían como un momento único y se quedaban completamente paralizados, sin poder creerlo. “Yo no le pude ni hablar directamente”, mencionó una de las fieles.
Entre lágrimas, una de las mujeres entrevistadas agregó: “Es como estar en manos de Dios, yo lo siento así. Me dio un mensaje hermoso. Me sanó”. “Es un antes y un después. Se siente en el pecho, en el corazón”, concluyó.