Martin Apóstolo (53) fue procesado por exigirle dinero a narcos para beneficiarlos. En 2023 lo entregó un “arrepentido”, pero era investigado por la Procuración. Ahora lo embargaron por 5 millones de pesos y le impusieron prisión domiciliaria.
Cobrar suculentas coimas a narcos locales para beneficiarlos con excarcelaciones o prisiones domiciliarias; interceder por ellos ante los jueces que llevaban sus causas; confeccionar dictámenes contrarios a la ley; dejar de hacer la tarea que estaba obligado a hacer como fiscal federal.
Estas son las cuatro acusaciones por la que el fiscal federal de la Rioja Martín Apóstolo terminó procesado, con prisión preventiva. La resolución -de 70 páginas, a la que accedió Clarín, fue firmada el viernes de la semana pasada y destapó un verdadero escándalo en los tribunales riojanos.
El procesamiento incluye un embargo de 5 millones de pesos y la morigeración de la prisión domiciliaria. Al parecer el funcionario alegó un severo cuadro de ansiedad. Para controlarlo se nombró un “curador” y se limito sus movimiento solo a razones de “índole medica”.
Desde hacia tiempo que Apóstolo venía con ruido. Ya en 2019 un anónimo lo había relacionado con el mundo del narcotráfico, puntualizando que el hermano de su esposa -un hombre apodado “Negro Tyson”– vendía drogas y contaba con su cobertura.
En 2022, además, se le había abierto un expediente interno en la Secretaria Disciplinaria y Técnica de la Procuración General de la Nación porque en los Tribunales de La Rioja los rumores de corrupción sobre el superaban lo tolerable.
Apóstolo -que en 2016 subrogó la fiscalía federal de la Rioja y luego pasó a la fiscalía de juicio- había logrado sortear todo los dardos con relativa elegancia. Pero en marzo de este año un arrepentido declaró ante la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) y lo enterró. Y hasta contó que al fiscal, en el mundo delictivo, se lo conocía con dos apodos: “Jefe y el Padrino”.
Detienen al fiscal federal de La Rioja, Martín Apóstolo, por cobrar coimas para beneficiar a narcos.
El 18 de marzo de 2023 este “imputado colaborador” contó que un año antes había pagado 600.000 pesos de coima a Apóstolo para lograr beneficios para él, su esposa y su cuñado. El grupo había sido detenido el 14 de enero de 2022 en una causa de drogas y el fiscal les cobró 200.000 pesos por cabeza para conseguirles libertades y prisiones domiciliarias.
Según este arrepentido, Apóstolo cobró y cumplió. La cuestión es que después siguió reclamándole dinero, casi extorsionándolo. “Decile a Pablito que se reporte porque sino va a volver al hotel”, dice el fiscal en un chat y amenaza: “No me boludees que después vas a tener problemas”.
La declaración del narco- de pequeña escala- derivó en un inmediato allanamiento a la casa del fiscal en el Barrio del Golf. Allí secuestro de su teléfono celular, del que se extrajeron gran cantidad de diálogos en los que constan las negociaciones que hacía para beneficiar a personas que estaba obligado a investigar.
Sólo en algunos casos usaba intermediarios. En general, él mismo arreglaba los pagos y sus prestaciones.
El caso contra Apóstolo fue tan explosivo y contundente que tanto el juez natural de la causa – Daniel Herrera Piedrabuena- como la fiscal federal María Virginia Miguel Carmona, que debía intervenir en la investigación, se excusaron de hacerlo por su relación con el acusado.
El caso de Herrera Piedrabuena era especialmente complicado ya que el fiscal habría hecho gestiones a favor de presos en su juzgado.
Ante la falta de jugadores titulares, por disposición del Procurador General de la Nación, tuvieron que hacerse cargo de la investigación el fiscal Diego Velasco- titular de la Procuraduría antilavado PROCELAC- y Diego Iglesias, titular de la PROCUNAR.
Como juez a cargo del caso fue designado para esta única causa el camarista José Quiroga Uriburu, integrante de un tribunal oral federal. El fue el que firmó el procesamiento.
Algunos de los chats que incriminan al fiscal federal de La Rioja Martín Apóstolo, acusado de cobrar coimas para beneficiar a narcos.
El periodo investigado por la PROCELAC y la PROCUNAR va de 2016 a 2023. Además del caso del narco arrepentido -y de una serie de dictámenes contrarios a la ley- en el procesamiento se cuenta un segundo caso de otro hombre detenido por infracción a la ley de drogas, en julio de 2021, al que se le pidió una coima de un millón y medio de pesos.
Según la acusación, Apóstolo primero intercedió para que se le devolviera a la esposa del detenido una camioneta Dodge Journey que estaba secuestrada; y luego comenzaron las tratativas para sacarlo de la cárcel.
Pero las cosas se fueron demorando porque el fiscal ya estaba en la fiscalía de juicio. Esto molestó a la esposa del preso, que se quejó amargamente con él en un chat.
“Por qué no peleas por una domiciliaria que va a ser más rápido que hagan los otros trámites que están haciendo. La nulidad lleva tiempo, por qué no le das una domiciliaria por su enfermedad, me parece que es más rápido, no quiero que lleguen los ocho meses, ya estamos entrando en los ocho meses, me preocupa”, le dice la mujer.
“Haceme entender, decime algo que yo más o menos entienda qué están haciendo, te dije que quería que lo saques ya, que ya quería que salga, sino no podemos tratar nada así, no podemos hacer trato”, le recrimina al fiscal.
“Ya t llamo”, contesta Apóstolo que- según la investigación- en este caso cobró… pero no cumplió.
Por VIRGINIA MESSI
Para Clarín