Mientras Chilecito realizaba su marcha del Orgullo, Facundo estaba internado por las lesiones recibidas tras la marcha que el viernes se realizó en la Capital riojana. El violento ataque a Facundo Sayavedra, estudiante de Derecho de La Rioja, ha puesto en relieve la frágil situación de seguridad ante la legitimación de discursos de odio. “Salí de un bar céntrico a la madrugada después de festejar con amigos la Marcha del Orgullo LGBT de la Provincia de La Rioja. Me dirigía a mi casa cuando fui atacado y brutalmente golpeado”, relató la víctima.

Los gritos de “puto” y “matalo” resonaron mientras era agredido por un grupo. Sayavedra identificó a uno de los agresores, quien había salido hace dos meses del Servicio Penitenciario Provincial. Las lesiones incluyen fractura de cráneo y coágulos en la cabeza, evidenciando la brutalidad del ataque. Las agresiones, marcadas por gritos homofóbicos, reflejan una atmósfera de intolerancia que persiste en medio de la tensión postelectoral. 

En dialogo con La Rioja/12, Saavedra destacó: “No fue un robo. En un robo no me hubieran golpeado así brutalmente, ni hubieran proferido esas agresiones homofóbicas”. Asoció la agresión a la falta de seguridad y el ambiente delictivo en la zona, destacando la liberación reciente de su agresor, quien tenía antecedentes por violencia. “Yo lo único que le agradecía a Dios que fue fue de día. Si hubiera sido de noche. Yo en este momento no estoy contando lo que me paso” cuenta Facundo entre lagrimas camino a radicar la denuncia ante la fiscalia. “Yo desde muy chico tengo una discapacidad permanente, que es la pérdida de un oído derecho. Cuando yo recibía los golpes en esta parte de la cara, yo le pedía tanto a Dios que me pegan del otro oído. Si yo perdía el otro oido, yo no sé cómo iba a seguir mi vida” relata Facundo al describir la intesidad de la golpiza que lo dejo hospitalizado. 

La percepción de impunidad se suma a la preocupación de como se sigue despúes de este atentado: “Logré levantarme y pedir ayuda durante 45 minutos antes de recibir asistencia médica. Mi vida ahora se enfoca en recuperarme y seguir los procesos judiciales correspondientes”, agregó Saavedra.

El clima postelectoral ha intensificado la confrontación social, exacerbando las tensiones. Saavedra señaló: “La sociedad está dividida y esto está llevando a un camino peligroso”. La polarización en el discurso político y la exaltación de ciertas ideas han generado un ambiente propenso a la intolerancia y la violencia.  “La sociedad está super alterada. Esto, lamentablemente, está destruyendo todo, yendo por un mal camino”. La víctima, aunque destrozada, hace un llamado a la calma y a la reflexión colectiva.

Facundo resaltó la contención que le brindo la Secretaria de la Mujer y diversidad. Al ser consultada por este caso, Karen Navarro comentó a La Rioja/12 “Necesitamos exponer el riesgo que corren las vidas de las personas cuando invisibilziamos las violencias” resalto la titula de la institución. “En este caso, más allá del hurto, el ataque homofóbico sufrido no debe quedar sin accionar desde las instituciones con base en la defensa de los derechos humanos, sobre todo con lo que significa un ataque así, el dia de la marcha del orgullo”.

Este ataque, además de resaltar la falta de seguridad para las minorías, destaca la urgencia de medidas que protejan a todos los ciudadanos en un contexto de creciente confrontación. El reclamo por justicia y seguridad se vuelve más urgente, exigiendo respuestas concretas y acciones para frenar la intolerancia.

El incidente de violencia contra Facundo Saavedra se produce en medio de una atmósfera social altamente polarizada, reflejando la agitación política que ha permeado en La Rioja. La campaña electoral ha exacerbado las divisiones, dando lugar a discursos más confrontativos y a la exaltación de posturas extremas. El triunfo de un líder con ideologías que resonan con discursos polarizantes, similar a lo vivido en otras regiones bajo líderes con planteamientos semejantes a los de Trump o Bolsonaro, ha intensificado las tensiones y ha dejado una huella de incertidumbre en la región por el temor a que este tipo de situaciones sean indicios de replicar el aumento de crimenes de odio que se sucedieron en los paises donde estos lideres han gobernado.

La confrontación política ha permeado la vida cotidiana y ha dado lugar a manifestaciones de intolerancia, lo que ha aumentado la sensación de inseguridad y ha generado un clima propicio para actos de odio como el sufrido por Saavedra. Esta agresión refleja una alarmante fractura social, donde las diferencias ideológicas se traducen en un terreno fértil para la discriminación y la violencia hacia minorías.

Las autoridades locales se enfrentan a un desafío urgente: restaurar la confianza y la seguridad de la ciudadanía. Se requieren acciones firmes para contrarrestar este clima hostil, fomentando el diálogo inclusivo y promoviendo medidas concretas que garanticen la protección de todos los ciudadanos. Además, se hace evidente la necesidad de una revisión exhaustiva del sistema judicial y de seguridad para prevenir y castigar de manera efectiva los crímenes de odio en la región.

El llamado de Saavedra por justicia y seguridad resuena como una advertencia urgente sobre las consecuencias de la polarización extrema en el tejido social. Este incidente ha encendido una alarma sobre la fragilidad de la convivencia y la necesidad imperante de establecer un clima de respeto y tolerancia en La Rioja, donde la diversidad sea protegida y resguardada por encima de cualquier ideología política o postura partidista.

Fuente: Rioja/12