El impuesto por estacionar en las calles de la capital riojana, bautizado cordialmente como “estacionamiento medido”, sigue siendo uno de los más caros del país, de acuerdo a un relevamiento realizado por EL FEDERAL ONLINE.
El aumento desmedido que sufrió en el últimos mes el estacionamiento medido tiene que ver con la necesidad de recaudar el intendente Armando Molina, que busca hacer obras para diferenciarse de la anterior gestión. La tarifa pasó de $90 a $350 por ahora en muy poco tiempo, en un golpe más que sufre la clase media riojana en un momento de crisis.
De los $350, el 70% se lo queda la ultrapolémica empresa prestadora, Estacionalo SRL, que cobrará $245 por hora de estacionamiento, pese a que el contrato nunca pasó por el Concejo Deliberante, como manda la ley.
Cuando se lanzó el polémico impuesto, EL FEDERAL ONLINE realizó un relevamiento que comprobó que en ninguna capital del país costaba más caro. Sólo era más barato que en dos ciudades relevadas, Bahía Blanca y Rosario.
La situación sigue siendo similar. En Mendoza, por ejemplo, cuesta $150 cada media hora, con la diferencia de que en La Rioja el ingreso per cápita es mucho más bajo. El mismo precio tiene en Corrientes, y casi lo mismo que en Santa Rosa, La Pampa, donde vale $162. Más caro es en Córdoba, donde cuesta $240 la hora.
En Trelew, por ejemplo, donde el ingreso per cápita es casi el doble que en La Rioja, la hora cuesta $100.
También hay ciudades que están comprendiendo las necesidades de su población. Salta habilitó recientemente zonas gratuits, mientras que en Bahía Blanca se evalúa un proyecto para congelar la tarifa por seis meses. En Rosario, la otra ciudad en la que costaba más que en La Rioja, la hora sale $289.
El problema que se suma es que los ingresos en La Rioja son de los más bajos del país. Por ejemplo, un estudio realizado el año pasado por la UCA, arrojó que el ingreso medio total familiar en la provincia es el tercero más bajo del país, una situación que seguramente se potenciará por las nuevas políticas de la Casa Rosada.
En el medio, el intendente Armando Molina sueña con hacer obras que lo catapulten a la gobernación en 2027, aunque ya empezaron los murmullos de los intendentes que se preguntan de dónde sale el dinero.