Espera que la ex presidenta lo apoye para formar una lista de unidad que gestione el partido. La única forma de que se corra es si ella decide competir.
El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, sigue adelante en la búsqueda de avales y apoyos para llegar a la presidencia del PJ Nacional. En menos de un mes vence el plazo para presentar las listas de candidatos para la renovación de autoridades y, por ahora, es el único dirigente del peronismo que explicitó su voluntad de competir o lograr una lista de consenso.
El “Gitano” se mueve de un lado al otro con el objetivo de concretar su desembarco en Matheu 130. Tiene tiempo hasta el 19 de octubre para presentar su lista. Pero su conformación depende enteramente del acuerdo previo que exista con las diferentes vertientes del peronismo. No es lo mismo si compite a si se transforma en un candidato de unidad y la lista lleva representantes de todos los sectores.
Este viernes el riojano visitará Santa Fe y mantendrá un encuentro con el gobernador Maximiliano Pullaro. Detrás de ese encuentro tendrá otros más partidarios, como es el caso de Juan Monteverde (Ciudad Futura), el legislador provincial Leandro “Quico” Busatto y el diputado nacional Eduardo Toniolli. Con algunos de ellos ya estuvo ayer, en una recepción en la ciudad de Santa Fe.
La semana que viene la excursión peronista de Quintela seguirá por Neuquén y Río Negro, donde planea ver al diputado provincial Darío Martínez y a la intendenta de General Roca, María Emilia Soria, respectivamente. Dos referentes locales del peronismo. Luego, unos días más adelante, tiene en agenda viajar a Salta.
Busca acompañamiento de los PJ de cada provincia y de los dirigentes más representativos de esos puntos geográficos. Está inmerso en una campaña electoral en la que no compite contra nadie. Suma kilómetros predicando los motivos por los cuales es la mejor opción para presidir el partido.
Una de las claves para su arribo al PJ es el aval de Cristina Kirchner. La ex presidenta sigue teniendo una importante influencia sobre una porción de la fuerza política y de la mesa nacional del partido. Quintela lo sabe y lo acepta. No puede ser un candidato de unidad si no recibe la bendición de la ex presidenta. Y esa palabra es la figurita más difícil que le falta.
La última vez que el gobernador y la ex mandataria se vieron las caras fue en junio de este año. El pedido formal para visitarla en el Instituto Patria aún no fue hecho, pero la intención está. Luego de esa reunión se definirá si CFK lo respalda o no. O si, en caso contrario, le planteará que es mejor que el partido tenga una competencia interna. Sea cual sea la decisión, la ex vicepresidenta juega un rol fundamental en el futuro de la presidencia del PJ.
Quintela ya habló con Máximo Kirchner y le expuso su idea de conducir el partido, movilizarlo, ordenarlo y utilizarlo como una plataforma para que se empiecen a discutir nuevos liderazgos en la fuerza política. En el entorno del diputado nacional dejaron saber que el hijo de los presidentes no cuenta sus reuniones. “Todos los que se juntan con él tienen esa garantía”, indicaron. El encuentro se filtró y parece no haber sido del gusto del líder camporista.
El “Gitano” le ha dicho a la mayoría de los dirigentes que si Cristina Kirchner quiere ser la presidenta, él se corre. Respeta el poder de su liderazgo y la investidura presidencial del pasado. Solo en ese caso se haría a un lado. Sino está dispuesto a competir, en el caso de que aparezca otro nombre propio dispuesto a hacerlo.
Los gobernadores del PJ tampoco se han expresado sobre quien debe llegar a la cima del partido. Sin embargo, Axel Kicillof ha dado claras muestras de apoyo al riojano, además de correrse de esa competencia. En un principio sonaba como uno de los candidatos, pero la interna en la que está sumergido con La Cámpora lo alejó de esa posibilidad.
Cristina Kirchner también apareció en la danza virtual de nombres propios posibles. Sobre todo impulsada por el sector más duro del kirchnerismo. Los más críticos de la ex mandataria aseguran que si ella se hace cargo de la conducción del PJ, “el peronismo se rompe”, debido a la resistencia que tiene en el interior del país, la CGT y algunos sectores de los movimientos sociales.
Los nombres de Eduardo “Wado” de Pedro, Lucía Corpacci y Sergio Ziliotto quedaron atrás en la rosca de nombres. En los últimos días apareció la figura del ex gobernador de San Juan Sergio Uñac como otra opción posible. Hasta el vencimiento del plazo hay lugar para especulaciones, acuerdos y globos de ensayo.
Quintela sabe que ingresó en un embudo. Es la etapa final de su campaña, donde necesita pronunciamientos más concretos respecto a su voluntad de llegar a la presidencia. Son los que aspira a buscar en los días de caminata que le quedan. Por ahora es el único que levantó la mano y visibilizó su intención. Eso solo lo pone un paso adelante del resto.
Infobae