Desde Unión por la Patria buscan evitar que LLA habilite el tratamiento del proyecto. Si la ley avanza impactará en otras negociaciones abiertas y promete detonar el clima político de fin de año.
El clima está caldeado en el Congreso. El Presupuesto 2025, Ficha Limpia, los pliegos de los jueces de la Corte Suprema, la eliminación de las PASO, todo está mezclado en un bolillero del que pueden salir todos o ninguno de los números.
En ese contexto, las negociaciones cruzadas van en aumento y, en paralelo, también los niveles de tensión. Una de esas situaciones quedó expuesta el martes por la noche, en una reunión de presidentes de bloque de la Cámara de Diputados para evaluar los pasos a seguir en medio de una semana de agenda cargada. El martes ya habían fracasado la convocatoria a dos sesiones especiales (democracia sindical y DNU de deuda), el miércoles era el turno de la ludopatía (que tuvo media sanción) y para el jueves quedaba un nuevo intento de Ficha Limpia.
“Si el jueves hay sesión cambia el vínculo político, es un quiebre”, le dijo, palabras más o menos, el jefe de la bancada kirchnerista, Germán Martínez, al presidente de la Cámara, Martín Menem. Una decena de legisladores miraban sorprendidos la naturalidad con la que se planteaba una velada amenaza ante testigos.
El apuro del kirchnerismo es claro: no quieren saber nada con un proyecto que consideran que tiene Cristina de nombre y Kirchner de apellido. Y saben que hay otras negociaciones sobre la mesa que pueden atraer el interés del oficialismo.
Fuentes parlamentarias aseguran que Martínez llegó a plantear que si La Libertad Avanza no hacía algo para evitar el quórum iban a quitarle el apoyo a Martín Menem para continuar al frente del cuerpo. Tres de los presentes, sin embargo, negaron ante MDZ haber escuchado que la advertencia haya sido en esos términos, aunque reconocieron la tensión. “Lo apuró”, concluyen.
En ese marco, está convocada la sesión para las 10 con el misterio de si se conseguirá quórum. La semana pasada quedaron en 128, a solo un diputado de abrir la sesión. “Entiendo que sí, que se consigue, pero no estoy seguro”, aseguró una fuente del oficialismo. “Finito, finito”, describió un diputado de los dialoguistas.
Después de las advertencias kirchneristas, los aliados y dialoguistas que convocaron a la sesión van a estar mirando con lupa los movimientos del bloque libertario. Cualquier ausencia “por motivos de fuerza mayor” va a quedar bajo sospecha.
Caso contrario, si se consigue el quórum se desencadenará una sucesión de hechos que pueden cambiar las negociaciones abiertas y detonar el clima político de fin de año. Con esquirlas que afectarán a los tres poderes del Estado: el Legislativo, el Ejecutivo y también al Judicial.
MDZ