Hugo Sánchez (65) fue condenado porque sus vecinos lo filmaron mientras violaba a su perra “Blanquita”, en San Martín, en la vecina provincia de San Juan. Ya pasaron casi veinte días del aberrante episodio y habló por primera vez con Tiempo de San Juan. Pidió disculpas y dijo estar arrepentido.

Los vecinos del barrio Conjunto 2, en San Martín, toman mate en la vereda. Hace calor, aunque son las diez de la noche y la escena de los niños jugando en la plaza es como cualquier otra típica del verano sanjuanino. Ahí, parado en la vereda de su casa, regando, está Hugo Sánchez (65). Parece uno más pero no lo es porque el pasado 7 de febrero fue condenado por “maltrato animal” y recibió una pena de prisión condicional, luego de que sus vecinos lo filmaran abusando a “Blanquita” una de sus dos mascotas. Más tarde se descubrió que también había abusado a “Cachito”, un perro macho que tenía hace más de 10 años.

Fue el proteccionista Luciano Castro quien logró rescatar a ambos perros y los llevó a la Veterinaria El Retoño, donde constataron que los dos estaban desgarrados y tenían claras señales de haber sido abusados durante mucho tiempo.

El condenado por esas vejaciones, sin embargo, lo desmiente. “Es la primera vez que pasó, mucho no me acuerdo, ahora tengo que ir al psicólogo”, dice Hugo Sánchez mientras riega y habla con Tiempo de San Juan. No se esconde y responde muy a todas las preguntas de los periodistas, pero no quiere que le saquen fotos porque “más de lo que ya me han escrachado…”

Según relata, los perros “Blanquita” y “Cachito” estaban bajo su cuidado hace más de diez años. Los adoptó porque estaba solo desde que sus padres habían muerto y solo tiene uno de sus hermanos que lo va a visitar de vez en cuando. Ahora, es ese pariente quien le lleva comida.

La Justicia le prohibió tener mascotas por el lapso de dos años y él dice: “ahora con esto que pasó ya no quiero tener más perros”.

“No lo voy a negar porque está todo ahí. Estoy arrepentido y me da vergüenza, ahora el fiscal me ha dicho que me tengo que hacer un tratamiento de acá”, cuenta y se señala la cabeza.

Dice que sus vecinos son muy amables y que nadie lo fue a increpar después de lo que pasó pero que sabe que todos vieron el video. “Yo no lo vi porque no quiero, no me lo mostraron”, asegura.

Hugo Sánchez era trabajador de una finca en San Martín y nunca se casó. Siempre vivió con su mamá, su papá y sus tres hermanos. Luego le dieron casa en el barrio Conjunto 2 y ahí se mudó con ambos padres, pero los dos murieron y quedó solo.

“Mi hermano se enojó, pero me dijo que ya está, que qué se le va a hacer”, sostiene.

Los vecinos están tranquilos y afirman que Sánchez hizo eso “porque toma mucho y tiene problemas”. Todos en el barrio lo conocen hace años y nunca imaginaron que fuera capaz de protagonizar un caso de zoofilia. Sin embargo, los niños siguen jugando en la puerta del hombre y “a veces hasta le piden que les infle las bicicletas”, según uno de sus vecinos.

“No lo voy a negar porque está todo ahí. Estoy arrepentido y me da vergüenza, ahora el fiscal me ha dicho que me tengo que hacer un tratamiento de acá”

Después de la difusión del video hubo una marcha en San Martín para pedir justicia por ambos animales que ahora están a cargo de proteccionistas. La Justicia le prohibió tener mascotas por el lapso de dos años y él dice: “ahora con esto que pasó ya no quiero tener más perros”.

Tiempo de San Juan