El presidente Javier Milei volvió a cargar contra Cristina Kirchner este fin de semana, asegurando que “va a ir presa y está quemando todas las naves” en un intento desesperado por evitar su condena. Sus declaraciones llegan en un momento clave: este lunes 31 de marzo de 2025, la defensa de la ex presidenta presentará un nuevo recurso ante la Corte Suprema de Justicia en la causa Vialidad, buscando revertir una sentencia que ya la condenó en dos instancias judiciales. Sin embargo, especialistas y el propio Milei coinciden en que su destino parece sellado.

La causa Vialidad, que investiga el presunto direccionamiento fraudulento de obras públicas en Santa Cruz a favor del empresario Lázaro Báez durante los gobiernos kirchneristas, alcanzó un punto crítico. En diciembre de 2022, el Tribunal Oral Federal N° 2 condenó a Cristina Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por administración fraudulenta. El fallo fue ratificado en noviembre de 2024 por la Cámara Federal de Casación Penal, configurando lo que en términos jurídicos se conoce como “doble conforme”: dos sentencias en el mismo sentido, un estándar respaldado por tratados internacionales de derechos humanos para considerar que una condena debe ejecutarse. Pese a esto, la ejecución de la pena quedó en suspenso por la posibilidad de apelar ante la Corte Suprema, instancia a la que llega ahora el expediente.

El recurso que la defensa de Cristina Kirchner, liderada por el abogado Carlos Beraldi, presentará este lunes es un “recurso de queja”, tras el rechazo unánime de la Cámara de Casación a un recurso extraordinario previo el pasado viernes 21 de marzo. Todo indica que la Corte podría denegar nuevamente el planteo, ya que el máximo tribunal suele limitarse a cuestiones de arbitrariedad o violaciones constitucionales, y no a revisar pruebas o hechos, que ya fueron validados en las instancias inferiores. De confirmarse este escenario, la ex mandataria, de 72 años, debería cumplir su condena, posiblemente bajo arresto domiciliario por su edad, tal como lo permite la ley argentina para mayores de 70 años.

Milei, en una entrevista reciente, fue tajante: “Cristina está nerviosa porque sabe que va a ir presa, y eso la tiene como loca. Está quemando todas las naves y quiere luchar hasta el final, pero su destino ya está sellado”. El presidente vinculó esta situación a supuestos intentos de la ex vicepresidenta por desestabilizar su gobierno, aunque no aportó pruebas concretas. Desde el entorno de Cristina Kirchner, en cambio, se insiste en que la condena responde a una persecución política orquestada por sectores judiciales y mediáticos, un argumento que han sostenido desde el inicio del proceso.

Sin embargo, el timing electoral agrega una capa de incertidumbre. Este 2025 es año de elecciones legislativas, con las oficiales previstas para el 26 de octubre y la fecha límite para oficializar candidaturas el 17 de agosto. Según fuentes judiciales y especialistas en derecho electoral, la Corte Suprema podría optar por retrasar su fallo hasta después de los comicios para evitar influir en el proceso político, dado el peso de Cristina Kirchner como líder del peronismo y presidenta del Partido Justicialista. Si el recurso es rechazado antes del 17 de agosto, la inhabilitación perpetua le impediría presentarse como candidata, ya que los jueces electorales revisan los impedimentos legales al momento de oficializar las postulaciones.

En cambio, si la Corte falla entre el 17 de agosto y el 26 de octubre, y Cristina Kirchner ya estuviera oficializada como candidata, expertos aseguran que sería difícil impedirle competir, dado que la sentencia no estaría firme al momento de su postulación. Finalmente, si la decisión se conoce después del 26 de octubre y la ex presidenta resultara electa como diputada nacional por Buenos Aires —un rumor que crece en el kirchnerismo—, no solo habría participado legalmente en las elecciones, sino que contaría con fueros parlamentarios que la protegerían de una detención inmediata. En ese caso, sería la Cámara de Diputados la que debería decidir si le retira la inmunidad por “inhabilidad moral”, un proceso político cargado de antecedentes como el de Julio De Vido en 2017.

A partir de este martes, una vez presentado el recurso, la Corte Suprema quedará en condiciones de resolver, aunque no tiene plazos establecidos. Mientras Milei insiste en que “la justicia está actuando” y que Cristina “no tiene escapatoria”, el desenlace dependerá tanto de la estrategia judicial como del calendario electoral. Por ahora, la tensión entre el gobierno, la oposición y el Poder Judicial marca el pulso de un año que promete definiciones históricas.