[REDACCIÓN EL FEDERAL] Un brutal episodio de inseguridad sacudió al barrio Santa Justina, cuando una pareja ingresó violentamente a una vivienda y atacó a una mujer que se encontraba junto a sus dos hijas menores de edad. Los delincuentes, bajo los efectos de estupefacientes según fuentes policiales, se llevaron más de 3 millones de pesos destinados a refacciones del hogar.
El hecho ocurrió en una casa ubicada sobre calle Teniente Primero Ibáñez, donde la víctima se encontraba en el comedor contando sus ahorros, destinados a la remodelación del baño y la cocina. Junto a ella estaban sus hijas de 8 y 2 años.
Según datos aportados por la Policía de la Provincia a EL FEDERAL ONLINE, un hombre y una mujer —aparentemente pareja— llegaron a la vivienda visiblemente alterados. El agresor golpeó la puerta y mencionó al esposo de la víctima, en un intento de ganarse su confianza. Al abrir, el sujeto forzó la entrada con una patada, irrumpió en el hogar y atacó a la mujer con un arma blanca.
La víctima resultó con un corte en una de sus manos e intentaron apuñalarla en la zona abdominal, aunque la herida fue superficial. Tras reducirla, los delincuentes tomaron el dinero en efectivo —unos 3 millones de pesos según versiones extraoficiales— y huyeron rápidamente en una motocicleta, en la que los esperaba la mujer.
El comisario Walter Tello, jefe de la Comisaría Sexta, confirmó que el agresor conocía previamente a la familia y el interior de la casa. “Estamos trabajando con datos firmes. El personal está abocado a la búsqueda. El agresor era conocido entre los moradores”, expresó el funcionario policial en declaraciones a la prensa.
La investigación continúa su curso para dar con los autores materiales e intelectuales del robo, que generó fuerte conmoción en la comunidad barrial. Vecinos del sector expresaron su preocupación por la creciente inseguridad y reclamaron mayor presencia policial, especialmente durante la noche.
Mientras tanto, la víctima y sus hijas se recuperan del traumático momento vivido, en un hecho que vuelve a encender las alarmas sobre la violencia y la vulnerabilidad en los hogares riojanos.