Luciano Barbero es el joven que semanas atrás tuvo un grave accidente en México. El joven riojano chocó con su moto cuando un patrullero hizo una maniobra irregular en Playa del Carmen, donde se encontraba trabajando.
Su tío, el cardiólogo Lucio Barbero, contó en redes sociales que Luciano ya pudo ser trasladado por un avión sanitario a La Rioja y agradeció al Gobernador Ricardo Quintela y demás personas que lo hicieron posible.
El agradecimiento
“No se que fue, si una odisea, un acto humano o solamente un traslado aéreo sanitario, pero cuando la vida de un ser querido está en juego no hay palabras de consuelo.
Llegamos a la Rioja después de cruzar medio continente y muchas personas me daban las gracias. Realmente el agradecido soy yo, ya que es interminable la lista de personas que hicieron realidad este traslado internacional. Nuevamente comenzando por quién en medio de la búsqueda de fondos para pagar un avión y buscar a Luciano me llamó y me dijo: Quédese tranquilo hijo que lo vamos a traer a su sobrino! Es el gobernador Ricardo Quintela, para el mí más profundo agradecimiento.
No quiero dejar gente afuera que me ayudó a coordinar este traslado ya que el pago fue la primer parte, Juan Luna que estuvo al teléfono a diario, incluso hasta recién, a Ramiro, Karina y particularmente Lautaro (del consulado argentino), a los jefes de la empresa de traslados Mariano y Guillermo, a los pilotos del avión sanitario Matías Vallejos y Ezequiel Fasullo (unos cracks), a la enfermera Eugenia Ivanissevich y a la Dra Angela Kruger Brandt que tuvo una tarea titanica, ya que Luciano subió al avión descompensado, con fiebre, desaturando y ellas con una sonrisa en la cara y sin perder el temple lo fueron compensando durante el vuelo, para ellas mí más profunda admiración como colega de la salud.
Al Dr Sebastián Parisi que estuvo al teléfono siempre y que a pesar de lo duro del diagnóstico siempre dando una palabra de aliento y preparando todo para el tratamiento del pibe.
Y para el último vamos a dejar a un tipo fuera de serie, alguien que lo conocía de casualidad a Luciano y que cuando se enteró que estaba grave e internado se abocó a cuidarlo contenerlo y aunque él no quiera lo voy a contar (hasta pagando cosas del tratamiento de Luciano) ese ángel de la guarda se llama Gustavo Herrera Alem, más conocido para los amigos como “cachorro” hoy mí nuevo mejor amigo cómo le dije al conocerlo y abrazarlo”.