El oficial de policía, Ricardo Rodríguez, acusado de asesinar al camionero Gastón Orihuela en Valle Fértil, declaró ante la jueza de Garantías, Flavia Allende, en la audiencia de formalización, luego de escuchar la imputación realizada por los fiscales.
Rodríguez tenía el derecho de no dar su testimonio en la audiencia de formalización. Incluso, suele ser recomendación de los abogados en virtud que la causa recién empieza. Pero luego de una breve charla del acusado con su letrado, Martín Zuleta, decidió dar su versión de los hechos, informaron medios de San Juan.
“El camión zigzagueaba en ambos carriles de una ruta provincial poniendo en riesgo la vida de terceros, mi propia vida y la vida de los policías que llevábamos adelante la persecución. En reiteradas oportunidades venían vehículos de frente que tuvieron que hacer desviados por las señas del personal policial para que no haya un accidente fatal.”
“Lo único que yo intenté hacer en todo momento fue persuadir al conductor para que detuviera la marcha del rodado. Jamás, jamás, bajo ninguna circunstancia mi intensión fue causar la muerte. Lo único que estaba tratando es que detuviera la marcha”, explicó Rodríguez ante la jueza de Garantías, Flavia Allende.
Y agregó, “ese conductor ya no estaba haciendo una contravención era una resistencia y atentado a la autoridad, ya era un delito”. Para cerrar dijo: “obré en lo que entendí era mi deber. Nunca recibí órdenes ni directivas porque el HT (el equipo de comunicación) estaba sin batería”. Luego se quebró, pidió abrazar a su familia y lloró desconsoladamente.
Los dichos de Rodríguez están a tono con la estrategia de defensa. Que actuó para evitar un daño a terceros, que no buscó matarlos y que al no funcionar la radio se hizo cargo de la situación. Zuleta agregó otro dato: que Rodríguez creyó que Orihuela llevaba un arma por los gestos que observaba dentro de la cabina en medio de la noche.
En la vereda de enfrente, lo que lo compromete es la palabra de sus propios compañeros que vieron como disparó una y otra vez y, por la cantidad de impactos de bala que se constataron en el cuerpo de Orihuela, será difícil que explique por qué ejecutó tantos disparos al chofer.
Allí el policía Zuleta ensayó una explicación, y es que las balas buscaban dañar el motor para que el camión detenga la marcha, pero la autopsia determinó que al menos tres impactos fueron en el pecho.
El hecho
El viernes por la noche, un camionero fue asesinado a balazos después de una persecución policial que duró 20 kilómetros. La policía le disparó hasta que el conductor chocó con otro vehículo y murió por las heridas. El hecho se investiga como un caso de “gatillo fácil”.
La víctima fue identificada como Federico Gastón Orihuela, un hombre de 37 años oriundo de La Rioja. Orihuela circulaba por la ruta provincial 510, cerca de la localidad de San Agustín del Valle Fértil, provincia de San Juan, en un Mercedes Benz OH 1518.
El hecho trascendió el sábado y según informaron fuentes policiales a Télam, todo comenzó cuando el personal de la Comisaría 12 intentó dirigir a Orihuela hacia la estación policial. El camionero se negó, por lo que la situación derivó en una huida que continuó en una persecución, tiroteo y muerte.